El peligro de los colectivos armados | El Nuevo Siglo
Miércoles, 6 de Abril de 2022

Estas organizaciones paramilitares se forman bajo un solo criterio, el de generar actos de violencia auspiciados por gobiernos extremistas como son los colectivos chavistas en Venezuela o como fueron los Ton Ton Macuotes de Duvalier en Haití. En otros países también han existido creando terror, muerte e intimidación de la sociedad.

Los gobiernos dictatoriales se respaldan en estas organizaciones para causar temor en la población e imponer sus tendencias. Esta figura es típica de los sistemas extremistas, sea de derecha o izquierda.

En Colombia están apareciendo estos colectivos, más concretamente surgen a partir del movimiento Colombia Humana y hacen transito al Pacto Histórico, mostrando su presencia bajo la denominación de la Primera Línea, inspirados en parte por un modelo chileno. Esta organización criminal tiene un perfil político de extrema izquierda, actúan en oposición al gobierno, pero al asumir el poder el partido o gobernante de su línea que los auspicia, dicho gobierno los institucionaliza como sucedió en Venezuela con los colectivos chavistas que imponen su ley y temor a la ciudadanía en defensa del régimen.

Pues bien, en Colombia esto podría ser una realidad en el caso que ascienda al poder un hombre como Gustavo Petro, quien proviene de grupos armados y siempre ha estado ligado a este concepto, pues estos colectivos según ellos son los que protegen y garantizan la permanencia en el poder del dictador y el régimen, sembrando temor en la gente e imponiendo su ley, bajo la complacencia de las autoridades políticas, militares y judiciales de dicho gobierno.

En el caso colombiano la llamada Primera Línea ha evidenciado ese actuar, las autoridades tienen pruebas en videos y testimonios de torturas causadas por ellos a militares y civiles, públicamente se ha visto el actuar violento contra la fuerza pública y la población civil, se cuenta con grabaciones de conversaciones sediciosas, así mismo confirmaciones de recibir apoyo económico de grupos al margen de la ley como las disidencias de las Farc y del Eln, así mismo del narcotráfico y del régimen venezolano. Últimamente salió a la luz pública una interferencia y financiamiento ruso, a lo que las autoridades investigan y ya emprendieron capturas.

Pero quizás lo más inaudito e inconcebible es que un senador de la República sea patrocinador de estos grupos, como es el caso de Gustavo Bolívar, quien promovió una recolección de fondos para la Primera Línea. Existen demandas al respecto. El candidato Gustavo Petro, en pleno conocimiento del actuar violento de estos grupos, guarda silencio y hasta los justifica, entonces hay que entender que esta estrategia no es espontanea, es un plan de las fuerzas del mal para tomarse este país por la vía electoral y convertirlo en un feudo de la delincuencia y el abuso, acabando con la democracia, creando miseria y perpetuándose en el poder.

arangodiego@hotmail.com