“Se están haciendo esfuerzos”
Al hacer el balance del primer año de gobierno del presidente Duque no resulta justo que algunos hablen de que este fue el año del aprendizaje, para descalificar al Gobierno sin hacer un análisis objetivo de las políticas y programas que se vienen ejecutando en los distintos frentes de la administración.
Como es conocido, el nuevo Ejecutivo asumió sus responsabilidades con un alto déficit fiscal, por lo que hubo necesidad de promover una reforma tributaria o Ley de Financiamiento Fiscal, como se prefiere decir ahora, para tratar de equilibrar las finanzas públicas y no interrumpir programas prioritarios de gobierno.
La Ley que expidió el Congreso no fue la que quiso el Gobierno, pero se aprobó la que era posible en el marco del nuevo esquema de relacionamiento con el Congreso. A este respecto los analistas económicos sostienen que la Ley quedo así por falta de experiencia del Ejecutivo. Es claro que no se entiende que los cupos indicativos se acabaron y que la dinámica de la aplanadora del Congreso ya no existe.
Por otro lado, en el 2018 la tasa de crecimiento económico fue del 2.8 por ciento; en este momento estamos creciendo al 3 por ciento, y si no estamos creciendo a una tasa más alta, es por falta de experiencia del presidente Duque, piensan algunos; inclusive un connotado exministro afirmó que la cantidad de gente que está buscando la nacionalidad española es por esa causa y no por la posibilidad que se abrió desde 2015 para los sefardíes. El Ministerio de Hacienda está en manos de un hombre con experiencia. Entonces la pregunta que surge es ¿Si el Presidente fuera otro estaríamos creciendo a tasas más altas? No lo creo.
Del mismo modo se dice que el Gobierno no está haciendo ningún esfuerzo por la implementación del Acuerdo de Paz. Pero el balance que presentó el representante de las Naciones Unidas no dice lo mismo; expresa sí la preocupación por la muerte violenta de varios excombatientes.
Lo propio ocurre con la muerte violenta de líderes sociales que, desde luego, es una realidad dramática y los esfuerzos que se adelantan para frenarla tendrán que redoblarse desde el punto de vista preventivo o readecuar la estrategia con medidas más eficaces. Tenemos que admitir que ese fenómeno doloroso se debe, en una alta proporción, a que los territorios en donde hacían presencia las Farc no los ocupó el Estado sino los sectores del narcotráfico, la minería criminal y otras ilegalidades. A ello ha contribuido el incremento notable de los cultivos ilícitos (más de 200 mil hectáreas). Los datos últimos indican que la tendencia se ha revertido y por ello el gobierno de los Estados Unidos nos ha certificado. Ese es un logro que tampoco se le reconoce.
Como de lo que se trata es de descalificar a Duque por no haber llegado precedido de experiencia gubernamental, no se le reconocen avances como el incremento notable del presupuesto para el sector de la educación y la propuesta de sanear las deudas con las EPS, más conocida como acuerdo de punto final. Continuaremos haciendo el análisis de las políticas gubernamentales.