Más allá del histórico debate, la condena contra Donald Trump en la Corte de Manhattan podría ser la estocada que hacía falta para llevarlo de nuevo a la Casa Blanca.
Primero que todo, existe un fenómeno sociológico de solidaridad natural con las víctimas del endogrupo.
De hecho, las encuestas no se vieron afectadas, y si bien las practicadas ipso facto por Forbes (+2) y Reuters (-2) arrojaron tal empate, lo cierto es que la tendencia seguía mostrando una ventaja de 0.8 puntos favorable al republicano.
Eso significa que muchos ciudadanos de derecha que no simpatizaban con Trump, ahora podrían cerrar filas votando por él al interpretar la sentencia como una especie de persecución política.
De tal modo, este tejemaneje político podría terminar en la conmovedora paradoja de que habiendo sido el culpable de frustrar la reelección de Trump en el 2020, Biden terminaría su vida política convirtiéndose en el culpable del regreso del multimillonario al poder.
Por otra parte, el juez Merchán emitirá la sentencia este 11 de julio, a solo cuatro días de la convención nacional del partido Republicano.
Eso significa que si algún delegado todavía tuviese dudas acerca de la designación del condenado como candidato oficial del Partido, ahora la unanimidad también pasaría a ser de antología.
Como si fuera poco, y dada la brillantez de los abogados defensores de Trump, es bien probable que la apelación de la sentencia en el propio Nueva York resultase favorable, así que el candidato ni siquiera tendría que ir a prisión.
Pero, aun suponiendo que este escenario no se diera, el litigio escalaría a la Corte Suprema de Justicia donde, muy probablemente, los magistrados le absolverían.
Por supuesto, todo este proceso tendría una duración que ahora mismo resulta incalculable, así que Trump podría volver a la Presidencia ahora, en noviembre, y gozar así de la protección legal correspondiente.
Pero vamos a suponer que no. Que en el peor de los casos, y aún a contracorriente de todo lo antedicho, él termina tras las rejas.
En tal caso, el juez le estaría haciendo a Trump el mejor favor político posible.
Si se toma en consideración la misma razón expuesta en el primer punto, mucho votante crónicamente indeciso ( o sea, aquellos que no pensaban votar ni por Biden, ni por Trump ) podrían optar por el republicano ante la indignación natural que, como norteamericanos, les produciría ver encarcelado a quien, al fin y al cabo, ha sido Jefe del Estado y Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas de la gran potencia.
Así las cosas, podría suceder que tal juez -quien no tiene muchos pelos de tonto-, termine profiriendo una sentencia de poca monta, ajustada en estricto sentido a los delitos cometidos, justamente para no pasar a la historia como el togado rigorista que, deseando frenar políticamente a Donald Trump … ¡lo convirtió en mártir ungido y victorioso!
vicentetorrijos.com