Chávez ni Romney se merecen la victoria

Lo único cierto en las próximas elecciones que se celebrarán en Venezuela y en los Estados Unidos es que Hugo Chávez ni Mitt Romney merecerían ganarlas porque no tienen autoridad moral para hacerlo y sus respectivos partidos, el mal llamado Bolivariano y el Republicano, han contribuido a crear las graves situaciones económicas que padecen sus países.

Nuestros vecinos han padecido un mesianismo autocrático que está convirtiendo a una nación, antes próspera y rica, en una cada vez más pobre y menos libre. Los estadounidenses han visto como todos los esfuerzos del presidente Barack Obama por recuperar la dinámica del crecimiento económico se han visto sistemáticamente entorpecidos por la oposición cerril de quienes llevaron a la Unión al desastre por comprometerla en dos guerras y reventar el déficit fiscal.

Hoy tanto el candidato Capriles como el presidente Obama buscan la oportunidad electoral para tratar de cambiar el rumbo de la historia.

Lo verdaderamente increíble es que el candidato republicano promete más de lo mismo que hizo Bush, hijo: dejar que las fuerzas del mercado encaucen la economía y que el sector privado, sin regulación alguna, sea el verdadero motor de ese crecimiento. En el último debate televisivo Romney mintió descaradamente para lograr sus objetivos y no dudó en olvidarse de sus promesas con tal de apabullar a su adversario, quien le recordó que sus fórmulas para bajarles impuestos a los ricos y desmantelar los presupuestos de educación y de salud llevarían al país a la bancarrota.

Desde luego, teniendo más en cuenta las formas que el fondo, la mayoría de los analistas dieron por ganador del debate al candidato Republicano, pero las apariencias engañan y el pueblo americano, que sabe por qué está donde está, no dudará en darle una segunda oportunidad al Demócrata. Para salir de la encrucijada en que se encuentra éste deberá ganar el Congreso. Así evitará que sus adversarios le impidan cumplir sus compromisos. Capriles, en cambio, aunque gane deberá manejar los poderes Legislativo y Judicial, hoy en manos del chavismo y eso será todo un reto.

Adenda

Ya que estamos hablando de los abusos  que se hacen de la figura de Bolívar, sea la ocasión para agradecer muy sinceramente la distinción que nos otorgó la Sociedad Bolivariana de Colombia al hacernos, con otros nueve -ellos sí- ilustres colombianos, Miembros Honorarios de la centenaria institución. Como se lo expresamos a su benemérito presidente, Don Miguel Santamaría Dávila, nuestro amor y admiración por la gesta libertadora del más grande genio americano viene desde nuestras épocas bartolinas, cuando nos ganamos la Cátedra Bolivariana, un concurso intercolegiado inolvidable.