Ernesto Rodríguez Medina | El Nuevo Siglo
Sábado, 27 de Febrero de 2016

OPINIÓN ORBITAL

Peligroso monopolio

 

EL año pasado advertimos  la controversia sobre la iniciativa de  internet.org del  fundador de Facebook, por atentar contra la  neutralidad de la internet al generar, bajo una supuesta gratuidad, una oferta en la cual el usuario queda atado a la piscina de lo que Facebook decida que puede ver y le limita el verdadero acceso al océano de la red de redes. Lo peor es que cuando se lanzó con un aliado móvil local, salió el Gobierno colombiano  a posar en la foto, con lo cual se avaló de alguna forma la creación de un monopolio.

Estas iniciativas  "gratuitas" son,  por decir lo menos, engañosas porque mantienen al usuario cautivo y les permiten  explotar su prisionera audiencia en la internet, para una  publicidad con la cual se crea un perverso monopolio y se evita la competencia, todo ello a costa de mantener idiotizado en un solo sitio al supuesto beneficiado, limitando su real desarrollo como ciudadano digital. No en balde, en el sitio web de freebasics, el nombre comercial de la aplicación móvil de esta iniciativa, pone como incentivo a quien quiera adherirse a ella como proveedor de contenido, el de crecer su audiencia, aumentar su impacto social y posicionar su marca; seguramente por una importante tarifa.

Si bien en su momento hicimos llamado a la Comisión de Regulación de las Comunicaciones, CRC, solicitando  concepto sobre el tema, esta institución, en contra de su tradicional seriedad, respondió eludiendo el fondo del problema bajo una supuesta libre elección del usuario que acepta, de forma presuntamente consciente, el plan que se le ofrece, olvidando en su respuesta la plena aplicación de los principios de neutralidad y de no discriminación de los contenidos al menos a nivel de grandes categorías. 

Por otra parte, hace dos semanas indicamos así mismo en esta columna que India si había tomado el toro por los cuernos y a través de su regulador, la TRAI, obligó a no discriminar a los usuarios ni a filtrar sus contenidos disfrazando esta práctica en el concepto de gratuidad. En el mismo sentido ha avanzado el debate en otros países, con lo cual, Colombia que se vanagloriaba de ser líder en la protección de la neutralidad de red está quedando rezagada, y sinceramente, como dicen los abuelos, como un zapato.

Pasado casi un año desde que se lanzó la iniciativa de un Facebook gratuito -que no un internet- y sin que las autoridades de regulación o de vigilancia hayan siquiera pensado en revisar el tema, debemos hacer un llamado al actual ministro Luna para que ordene investigar a fondo tanto a internet.org como a los proveedores de servicios móviles que la soportan localmente, para que asegure que con ello no se siga limitando el derecho de los usuarios al acceso a la internet, ni se continúen manteniendo indebidos monopolios en el acceso a la información y en lo que se le permite ver o no a los ciudadanos, más si se trata de aquellos que son los más vulnerables y de menores ingresos. Al efecto, se debiera empezar  hacer públicos los alcances de los acuerdos con los que una multinacional de internet, un proveedor móvil local y posiblemente el Gobierno, pudieron haber hipotecado nuestros derechos en el mundo digital.