LA SOLUCIÓN definitiva a la crisis en la prestación de servicio eléctrico en la costa Caribe debe ser integral; es decir, requiere tanto de medidas gubernamentales, como de un ajuste al mercado energético del país.
Así lo indicaron diversos senadores de la región Caribe que fueron consultados por EL NUEVO SIGLO, debido a la delicada situación que se presentó esta semana.
Como se sabe, la empresa Air-e pidió a la Comisión de Regulación de Energía y Gas (CREG) que la interviniera, como fórmula para evitar una afectación grave del servicio, para lo que aseguró que arrastraba una delicada situación financiera a raíz del incremento del costo del kilovatio que se compra a las generadoras.
En tanto, Afinia señaló que atraviesa una difícil situación económica e incluso se mostró dispuesto a que el Gobierno adquiera el 100 % de la participación del consorcio antioqueño en esa energética.
A ello se suma que el contralor general, Carlos Hernán Rodríguez, volvió a advertir que el problema con estas dos compañías podría afectar la seguridad en la prestación del servicio para 10 millones de personas, sobre todo en el Caribe.
Según el senador José David Name, del Partido de la U, para responder a la crisis que han presentado Air-e y Afinia, es indispensable tomar medidas a corto, mediano y largo plazo.
“La decisión a corto plazo es no permitir que se interrumpa el servicio público de energía eléctrica en la costa Caribe. A partir de del jueves, cuando intervino la Superintendencia, esta obligación quedó en manos del Gobierno. Hay que buscar recursos por más de 500 mil millones de pesos de aquí al mes de diciembre para que se pueda comprar energía, se les pueda hacer mantenimiento a las redes y no se interrumpa el servicio”, indicó.
Además, dijo que, a mediano plazo, la CREG tiene que tomar decisiones de fondo, como cambiar la cultura tarifaria, con la intención de que los usuarios tengan mayor facilidad de pagar las facturas mensualmente.
A largo plazo, según Name, se debe masificar e incentivar la autogeneración de energía en los estratos 1, 2 y 3, a través de paneles solares.
También habló sobre soluciones integrales al problema, las cuales, a su juicio, pasan porque “el país entienda que en la costa estamos en un piso térmico diferente a Bogotá, Medellín y muchas zonas del país, donde sus grados de temperatura son 3, 4 y, a veces, hasta 10 grados de diferencia con la costa Caribe”.
“En la costa Caribe tenemos un mayor consumo de energía porque debemos utilizar aires acondicionados y las neveras trabajan con un mayor esfuerzo. Entonces, ahora mismo tenemos una tarifa igual como la cobran en Tunja, donde el promedio de la temperatura es de 10 o 15 grados, mientras que en la ciudad de Cartagena son 35 grados Celsius bajo la sombra. Eso hay que entenderlo, porque necesitamos un consumo básico mucho más alto que el que puede tener una familia en el mismo estrato social que en otra parte del país”, dijo.
Mientras tanto, Mauricio Gómez Amín, senador del Partido Liberal, asegura que la crisis en la costa Caribe es un problema sobrediagnosticado, así que muchos expertos “han trazado rutas claras para superarla”.
“Es imperativo que la Nación asuma la opción tarifaria para aliviar el impacto en las familias, reducir el componente de pérdidas en las facturas y revisar a fondo el consumo de subsistencia”, dijo el congresista, quien afirma que también se necesita una fiscalización rigurosa de las inversiones en infraestructura eléctrica, la normalización de barrios y la ejecución de proyectos como los Prone.
“Hay muchos frentes que deben abordarse, pero lo más importante son la voluntad política y la solidaridad nacional para resolver de una vez por todas una situación que afecta a millones de personas”, refirió.
Sobre la participación del Gobierno en la búsqueda de alguna solución al conflicto, aseguró que el del presidente Gustavo Petro ha fallado rotundamente.
“Esta crisis energética pudo haberse evitado si hubieran actuado con seriedad desde el principio. Durante meses no tuvimos quórum en la CREG porque el Gobierno no tomó decisiones a tiempo, y cuando por fin se dignaron a postular comisionados, estos no cumplían con los requisitos mínimos. Es inaceptable la falta de capacidad y voluntad política en un tema tan crucial para millones de colombianos”, indicó.
“Crónica de una muerte anunciada”
Para el senador del Centro Democrático Carlos Meisel, el conflicto en Air-e y Afinia se ha convertido en la “crónica de una muerte anunciada”.
“La crisis de las empresas era inminente, porque no se reestructuró la forma en la que debemos suministrar la energía en el Caribe. Desde hace tiempo le hemos venido pidiendo al Gobierno que hay varias cosas que tenían que hacerse, como cubrir la opción tarifaria, tratar de bajar los kilovatios generados con resoluciones de la CREG y eso no se hizo”, cuestionó.
El congresista atribuyó todo el caos a una falta de estabilidad en la CREG.
“Por muy poco tiempo en estos dos años hemos podido tener quórum en la CREG. Además, ya tumbaron a uno de los comisionados que recién nombró el Gobierno. Lo tumbó el Consejo de Estado por no cumplir los perfiles”, dijo.
También considera que la solución al problema es implementar soluciones integrales, es decir, “meter a todo el mundo en cintura con resoluciones regulatorias que expida la CREG”.
Si bien el senador del Centro Democrático asegura que no es un problema que comenzó con Gustavo Petro en la Casa de Nariño, sí le ha explotado en la cara por falta de acciones concretas.
“Este no es un problema que se generó en el gobierno de Gustavo Petro. Este es un problema que viene mucho atrás. Inclusive, la primera intervención se hizo en el gobierno de Juan Manuel Santos… Este es un problema estructural, que ha explotado nuevamente como le explotó al expresidente Uribe en su época, como le explotó al gobierno de Santos”, manifestó.
Por su parte, el senador del Pacto Histórico Pedro Flórez considera indispensable que tanto Air-e como Afinia trabajen en mejorar la calidad del servicio y reducir las tarifas, aunque destaca que esto no puede hacerse sin un marco regulatorio firme.
“La CREG debe ser más activa, valiente y audaz, tomando las decisiones que se requieren para aliviar la carga de las tarifas de energía sobre las familias del Caribe”, manifestó el congresista, quien destaca que “necesitamos también medidas que aborden la ineficiencia y la falta de inversiones de fondo en la infraestructura energética, lo que ha generado esta crisis. Sin una supervisión más estricta y un compromiso de las empresas, estas crisis se seguirán repitiendo.
A su juicio, la solución integral al problema debe ser una reforma estructural en el sector energético de la costa Caribe.
“Necesitamos un techo para los cobros de las hidroeléctricas, que cuando los embalses están llenos continúan facturando como si estuvieran en sequía. La infraestructura eléctrica debe modernizarse con inversiones sostenibles y mayor uso de energías renovables. Además, es crucial que la CREG asuma un rol más firme en regular y supervisar los precios, evitando que las empresas impongan tarifas injustas. El compromiso del Gobierno también es clave, con un plan de acción que priorice el bienestar de los 11 millones de habitantes de la región”, afirmó el legislador, quien destacó que, aun cuando el Gobierno ha implementado acciones para salirle al paso al conflicto, estas no han sido suficientes.