OPINIÓN ORBITAL

Trump, el provocador

"SI un perro muerde un hombre no es noticia, pero si éste muerde al can  si lo es". Dicho de otra manera. "Sea políticamente incorrecto, para que lo escuchen". Esto es lo que, precisamente, ha venido haciendo  Donald J. Trump,  el exitoso empresario estadounidense que desde  junio pasado lanzó su precandidatura presidencial. Lo cierto es que con su liderazgo, imparable en las primarias electorales, ha puesto patas arriba al establecimiento y sumado en un caos a su partido, el republicano.

A la gran política ha llegado como un advenedizo pero no como un desconocido. Lleva varias décadas siendo famoso por sus grandes empresas innovadoras en el contorno urbanístico de Nueva York y varias ciudades americanas. Además de haberse convertido en presentador estrella de la televisión de costa a costa, con un programa donde revelaba sus secretos de cómo ser un gran promotor, un gran vendedor y un excelso y meticuloso estratega en el mundo de los negocios, que es el mundo determinante de la economía de su país.

El error mayúsculo de los políticos tradicional fue no haberlo tomado en serio desde que irrumpió en la carrera por la Oficina Oval. "Ignorante, atrevido, fascista" han sido los epítetos con que suelen calificarlo, pero lo cierto es que -como van las cosas y todo indica que seguirán yendo- la posibilidad de que sea ungido como candidato republicano cada día se torna una realidad más tangible.

En su autobiografía, escrita hace algunos años,  deja entrever sus aspiraciones de dirigir a su Nación. "En mi vida he demostrado que sé hacer bien dos cosas: Vencer obstáculos y motivar a los buenos colaboradores para que den el máximo de si" "Por lo tanto, uno de mis retos fundamentales será poner esas cualidades al servicio de los demás, ya que hasta ahora las he utilizado por cuenta propia". Pero nos advierte que seguirá haciendo negocios 24 horas al día y, en este caso, entendiendo a Toqueville cuando dice que "gobernar  es negociar".

Para ser justos, en un país donde llegaron a la Presidencia hombres como Reagan o el mismo Truman, con poca preparación ejecutiva, Trump lo hace con una gran experiencia de vida empresarial y puede aportar una visión nueva e innovadora del poder. Es claro, además, que conoce las debilidades de la vieja y caduca política y, lo que es más importante, conoce a los mejores hombres que pueden ayudarle a gobernar. Lo que no les gusta de él  es que siempre pone en práctica su principal consejo. "Cuando tienes la razón debes procurar que te la den o de lo contrario acabarán pisoteándote" y que nunca admite un no como respuesta. Es claramente un mandatario poco manipulable e influenciable como les gusta al establecimiento.

Trump confiesa que de su vasta experiencia lo más importante que ha aprendido es a escuchar su propia intuición y que se debe ser flexible para no fracasar .Su gran secreto: anunciar es vender. "Podrás tener un producto estupendo pero de nada te valdrá si la gente no se entera." Esto es lo que  ha hecho con éxito indiscutible todos los días de su multimillonaria existencia y por ella su fama no solo es en su país, sino a nivel planetario.

Adenda

El presidente Santos hace esfuerzos permanentes para que los colombianos le perdamos la confianza. Que tal aquello de que  ¡un setenta por ciento somos clase media!