¿QUIÉN NO ha oído hablar a estas alturas de la Inteligencia Artificial? Las redes sociales bombardean constantemente noticias sobre la revolución que va a provocar el uso de la Inteligencia Artificial en numerosos ámbitos de la vida.

La educación, el arte o la medicina ya llevan años coqueteando con la Inteligencia Artificial y lo que está claro es que de una u otra forma su impacto será enfático.

Ante este panorama, muchos se preguntan qué efecto va a tener esta revolución sobre la creatividad. En otras palabras, ¿llegará a sustituir algún día la Inteligencia Artificial a la creatividad?

Herramientas como Claude, ChatGPT y GitHub Copilot están cambiando las reglas del juego, prometiendo desarrollos más rápidos y eficientes. Pero este gran avance tecnológico pone sobre la mesa una pregunta inquietante.

De hecho, la literatura y el cine han abordado el tema de la Inteligencia Artificial en numerosas ocasiones. Desde la publicación del “Frankenstein” de Mary Shelley en 1818 la literatura, y posteriormente, el cine, no han cesado de producir obras que reflejan el anhelo humano de crear un ser artificial.

En la literatura

Desde entonces, muchas han sido las obras que han explorado la posibilidad de crear máquinas que pudieran producir razonamientos similares a los de un cerebro humano. En la literatura, “Yo, Robot” (1950) de Isaac Asimov, Neuromante (1984) de William Gibson o “¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? (1968) de Phillip K. Dick son solo algunos ejemplos.

Cine

En el cine, la lista se amplía, entre otras razones por versionar algunas de las novelas más aclamadas: “Metrópolis” (1927) de Fritz Lang, “2001: una odisea en el espacio” (1968) de Stanley Kubrick, “Blade Runner” (1982) de Ridley Scott, “Terminator” (1984) de James Cameron, Matrix (1999) dirigida por Lilly Wachowski y Lana Wachowski, Wall-E (2008) de Andrew Stanton o “Her” (2013) de Spike Jonze son películas que sin duda muchos conservamos en la retina.

Sin duda, la comparación entre la creatividad humana y la inteligencia artificial (IA) es un tema candente y más en el mundo del marketing y la tecnología. El CMO Report 2024 de Dentsu destaca que un 79% de los profesionales del marketing consideran que la creatividad humana es esencial para la generación de ideas innovadoras. A pesar de los avances en IA, el debate persiste sobre si esta tecnología puede igualar o superar el talento humano en el ámbito creativo.

¿Puede la IA reemplazar la imaginación humana? La encuesta revela que el 65% de los CMO creen que la IA tiene el potencial para reemplazar la imaginación humana en el futuro. Sin embargo, un 67% coincide en que la IA nunca será capaz de crear contenido que realmente conmueva a las personas.

¿Desplazamiento?

Aunque las estadísticas sugieren que la IA podría estar a punto de igualar e incluso superar la creatividad humana, este año, solo el 46% de los encuestados expresó preocupación de que la IA pudiera reemplazarlos en sus puestos, una disminución notable de más de 10 puntos porcentuales respecto al 57% en 2023. Este cambio en la percepción sugiere una creciente confianza en que la creatividad humana seguirá siendo invaluable.

La pregunta persiste: ¿Está la IA realmente lista para desplazar a los creativos humanos, o la tecnología está aquí para complementar y potenciar nuestro ingenio? La evolución en las percepciones de los profesionales podría estar redefiniendo el futuro del trabajo en un panorama cada vez más influenciado por la IA.

De acuerdo con Angélica Escrucería, CEO de Dentsu Creative: “Este panorama se debe a la necesidad de la presencia de creatividad en todos los aspectos del negocio, desde la experiencia al consumidor, pasando por la sostenibilidad y los retos empresariales”.

¿No más estudios?

Muchos jóvenes se preguntan si ya no será necesario aprender materias asociadas a la creatividad, como diseño gráfico, diseño web o creatividad publicitaria. Piensan que esas tareas serán ejecutadas pronto por herramientas informáticas y que no será necesaria la participación humana.

Por extensión, sospechan que estudiar esas disciplinas ya no es hoy una decisión inteligente. Es evidente, que el impacto de la Inteligencia Artificial en actividades como el diseño gráfico, la redacción publicitaria, el marketing digital o el diseño web va a ser notable. Parece incuestionable que la Inteligencia Artificial va a estar presente en diversas fases del proceso creativo.

Para nadie es un secreto que la Inteligencia Artificial puede automatizar tareas y permitir que este proceso sea más eficiente. Por ejemplo, la IA puede ayudar en un brainstorming para buscar datos que inspiren o puede encontrar imágenes que sirvan de referencia.

Pero hoy día es muy improbable que la Inteligencia Artificial piense por los humanos y ofrezca una idea personalizada para un briefing concreto.

Aunque esta nueva tecnología ofrece resultados impresionantes, carece de la capacidad de pensar “fuera de la caja”, y por tanto de generar ideas originales o pensar de forma creativa. El humor, la ironía, la suspicacia o la analogía no parecen tener presencia en la Inteligencia Artificial, diseñada específicamente para procesar datos y seguir patrones.

En este contexto, estudiar materias asociadas a la creatividad parece una inversión más que rentable, sobre todo teniendo en cuenta que la Inteligencia Artificial, además puede dar un nuevo impulso a sectores como la publicidad, el diseño gráfico o el marketing digital.

¿Los influencers son el futuro?

Los consumidores actuales buscan identificarse con las marcas más allá de sus productos. No obstante, el 74% de los expertos considera difícil conectar eficazmente una marca con la cultura. Para superar este desafío, muchas empresas están formando alianzas con influencers, plataformas de streaming y podcasts.

El uso de influencers se ha convertido en una táctica popular, empleada por el 75% de las marcas, aunque muchas todavía se sienten incómodas con la falta de control que esto implica. La tendencia indica que esta situación persistirá, ya que el 70% de las personas anticipa que preferirán contenido generado por usuarios sobre el entretenimiento tradicional en televisión y cine.

Además, las marcas están invirtiendo en crear experiencias únicas mediante tecnologías emergentes como el Metaverso, la Web 3.0, la Realidad Mixta y el Gaming. Estas innovaciones buscan captar la atención de los consumidores de manera más envolvente y personalizada.

Una de las actividades sobre las que más se especula sobre el impacto que ejercerá la Inteligencia Artificial es el copywriting, la redacción publicitaria. La creación de textos para posicionar palabras clave que atraigan la atención de los usuarios en sus búsquedas en Google ya está generando un controvertido debate.