Firma de terminación del conflicto | El Nuevo Siglo
Miércoles, 28 de Septiembre de 2016

Con bombos y platillos se firmó el lunes, en Cartagena de Indias, el Acuerdo de la Terminación del conflicto armado con las Farc. A la celebración asistieron Presidentes y representantes de países amigos, el Secretario General de Naciones Unidas y el presidente de la Asamblea General, el Secretario General de la OEA, el Rey Juan Carlos de España, además de un número importante de Cancilleres y jefes de delegaciones y embajadores de una gran cantidad de países de los distintos continentes. Los grandes ausentes fueron los integrantes de las Cortes, que gran preocupación ha causado. Fue un acto que además de histórico y emocionante, puso a Colombia en la plana de noticias de los medios de comunicación del mundo.

Hay que decir que los discursos hicieron alusión al proceso, sin dejar de lado el camino que ahora comienza de inserción y reconciliación fueron en términos generales buenos y en el caso de las Farc, a diferencia del pasado, fue político e incluyó excusas a las víctimas por todos sus actos. Un hecho impensable tan solo algunos años atrás.  La nota desagradable y de mal gusto fue el paso de los aviones de guerra en medio del discurso del jefe de las Farc, que seguramente les hizo recordar momentos de guerra. Como siguiente paso en este proceso, este domingo 2 de Octubre se celebrará el plebiscito que permitirá al país manifestarse por el Sí por el No a los acuerdos. Se trata, por tanto, de un hecho fundamental para el fortalecimiento y validez de lo pactado.

Es cierto que si bien se trata de un documento denso y en ciertas partes de difícil comprensión que incluso puede generar dudas o en los que se pueden visualizar otras opciones, lo cierto es que es la conclusión de muchas negociaciones y visiones diferentes. De ahí se explica su redacción, no siempre tan clara.  Pero al final lo fundamental es poder poner fin al rugir de los fusiles, parar las muertes de tantos colombianos que han caído a través de los años en esta guerra que parecía interminable  y que en cambio empiecen a fluir ideas y planteamientos a este gran acuerdo contra la impunidad y la corrupción. Solo así podremos estar construyendo  las condiciones adecuadas para alcanzar la paz de todos los colombianos.  Insisto es este el punto, porque tenemos que ser conscientes que con las guerrillas podemos terminar el conflicto armado,  pero la paz es con y para todos nuestros compatriotas.

Ojalá el próximo domingo nadie se quede en su a casa sin votar a conciencia. Del resultado de este proceso depende el futuro de la implementación de los acuerdos, que como hemos dicho no va a ser fácil y sobre lo cual todos tenemos que tener los ojos bien puestos. Mañana no nos podemos lamentar que por no participar nos aquejen problemas mayores a los de hoy. La responsabilidad de todos está a prueba y no podemos ser inferiores a la hora que nos ha tocado vivir.