“Se debe incrementar y no disminuir el presupuesto de Coldeportes”
El triunfo de Egan Bernal en el Tour de Francia es el galardón más alto que ha obtenido colombiano alguno en una competencia deportiva a nivel internacional. Cierto es que ciclistas como Lucho Herrera y Nairo Quintana han ganado la vuelta a España y que Nairo ha quedado en el segundo y tercer lugar en el Tour; Kid Pambelé y Rocky Valdés también fueron campeones mundiales de boxeo. Del mismo modo, Catherine Ibargüen ha obtenido medallas de oro en los juegos olímpicos y Mariana Pajón ha sido doble medallista de oro olímpica, y hace poco la dupla Cabal y Farah se coronaron campeones en doble en Wimbledon. Pero ninguno tiene la dimensión del alcanzando por el ciclista de Zipaquirá.
Es cierto que lo único que une el país y lo que más convoca el patriotismo en Colombia y, en otros países, es el deporte. Por ello se requiere que el Gobierno renueve su compromiso con la construcción de escenarios deportivos en los diferentes municipios, en lo que hemos venido avanzando -justo es reconocerlo- si tenemos en cuenta que la mayor parte de los que existían eran de propiedad de las escuelas y colegios oficiales; se necesita del apoyo gubernamental para impulsar a los jóvenes talentos que se van encontrando en las diferentes disciplinas deportivas.
Para tal efecto, se debe incrementar y no disminuir el presupuesto de Coldeportes, a pesar de las dificultades fiscales, -ahora elevado a la condición de ministerio- y diseñar programas especiales de apoyo a nuestros deportistas sobre todo a los que buscan participar en eventos internacionales que tienen muchas limitaciones para poder hacerlo y que, a través de patrocinios privados, es que pueden lograr su objetivo. Se debe apoyar a los deportistas de alto rendimiento en su proceso de formación y hay que fomentar hábitos y estilos de vida saludables, lo mismo que el aprovechamiento del tiempo libre, especialmente en las zonas de confrontación armada. En el nuevo Ministerio del Deporte- que esperamos ocupe el doctor Lucena- habrá una mano experta y con mucha sensibilidad por la promoción de los talentos juveniles que están poniendo en alto el nombre de Colombia.
Los deportistas, en su gran mayoría, surgen de las regiones más apartadas, de los sectores más vulnerables de la sociedad, es decir, vienen de la pobreza, la desigualdad y de las zonas en donde se registran los más altos índices de violencia. Recordemos que el narcotráfico es la fuente nutricia de los aparatos armados de los grupos delincuenciales en nuestro país.
Por eso es menester que el Estado haga sus mayores esfuerzos en la consolidación de una política pública con este noble propósito. La gloria de los deportistas en cabeza de nuestra juventud representa un rechazo contra la droga -por lo que estigmatizan a Colombia- y le demuestra al mundo que somos un país con talento y vocación de sacrificio y no el de la droga maldita que le ha segado la vida a tantas personas inocentes, a líderes sociales y le ha destruido la esperanza a muchos colombianos.