GABRIEL ORTIZ | El Nuevo Siglo
Viernes, 18 de Mayo de 2012

Repudiable crimen

 

El repudiable atentado terrorista cometido contra el exministro Fernando Londoño debe ser esclarecido rápido, porque estamos acostumbrados a que investigaciones de hechos como el que nos ocupa nunca culminen con resultados positivos.

Detrás de este atentado debe estar una poderosa organización, dadas sus circunstancias, la modalidad del artefacto utilizado y la particularidad con que actuaron los victimarios. Primero distrajeron a las autoridades con un carro bomba en el sur de la capital, para poder realizar sin mayores tropiezos el crimen en el norte de la ciudad.

Por lo pronto tendremos que esperar las investigaciones, ya que existen algunos detenidos que seguramente llevarán a las autoridades a aclarar y encontrar a los verdaderos culpables. Debemos dejar que actúen los encargados de las averiguaciones, porque no podemos empezar a inculpar a grupos de las extremas o a organizaciones determinadas.

Todas las agencias del Estado están trabajando para encontrar al o los culpables del crimen contra nuestra sociedad. Debemos colaborar con cuanto se pueda para ilustrar a las autoridades. Cualquier detalle, por insignificante que parezca, puede conducir a los investigadores a encontrar a los criminales.

Las técnicas utilizadas por los terroristas son, al parecer, comunes en el Medio Oriente y en Asia.

Llama la atención que el hecho se haya realizado en momentos en que el Congreso avanzaba en el debate del Marco para la Paz y se iniciaba el TLC con Estados Unidos. ¿Qué querían torpedear?

Gravísimo que se haya atentado contra el exministro dada su férrea oposición al Marco para la Paz, al Gobierno y defensor de los postulados del expresidente Uribe. Sería funesto para la libertad de expresión a la que todos tenemos derecho y que es la base de nuestra democracia.

Las autoridades deben replantear los esquemas de seguridad de los personajes amenazados, porque se observan nuevos y poderosos artefactos que desafían los blindajes de los vehículos que destina el Estado para su protección.

Y es de esperarse que atentados como este, que cobró la vida de dos escoltas y dejó heridos a 54 compatriotas, no se utilicen políticamente, como aparentemente está sucediendo. Por lo pronto, dejemos actuar a los investigadores, sin adelantarnos a enjuiciar e inculpar.

Blanco. Consideramos que al TLC le faltaron negociaciones, pero ya no hay nada que hacer. Ahora, a seguir adelante y buscar el mejor provecho.

Negro. La nueva condena del Procurador contra Piedad Córdoba, parece acosamiento.

gabrielortiz10@hotmail.com