GENERAL (R.) LUIS ERNESTO GILIBERT V. | El Nuevo Siglo
Miércoles, 29 de Mayo de 2013

Sustitución de cultivos

 

Continuando con el tema de las drogas ilícitas y cambios de estrategias,  encontrar cultivos sustitutos buscando marginar al campesino del asunto es primordial, por  lo cual  me  permito hacer  un relato más amplio  de cómo funciona  la siembra, cultivo y recolección  de coca, en  los campos colombianos, mostrando lo difícil de incrementar sustitutos.

Primero  el  lote, es decir, encontrar un terreno adecuado donde sembrar, que cumpla algunos requisitos de seguridad como estar en medio de selva, difícilmente  localizable sin  guía, la mayoría de los casos, el área ideal se halla cerca de un río que es  vía de conexión, encontrado el espacio, se procede a la tala despejando de árboles una superficie que permita tener luz suficiente para el laboreo. El agricultor es trasladado hasta ese sector, (solo o acompañado de familia)  iniciando su actividad con la  construcción del cambuche que servirá de vivienda durante el tiempo  de cultivo. Iniciado el proceso, quincenalmente le llega la remesa, compuesta por, medicamentos, comestibles de diferente especie, equipo  y el combustible necesario para la operación, a más del cubrimiento básico de primeras  necesidades, asegurando así la subsistencia del grupo. Adecuada la tierra le aportan la semilla, los fertilizantes y otros elementos indispensables para la faena agrícola que se va consolidando con el paso de los días; sobra hacer claridad que los “agricultores” no salen del lote hasta recogida la cosecha, pero en ese tiempo no les hace falta absolutamente nada.

Cuando la recolección está lista, los patrones arriban acompañados de raspachines que  van levantando  otros cambuches, unos destinados al alojamiento de los nuevos trabajadores,  y otros que se  convertirán  en laboratorios transitorios para el procesamiento, actividad que comienza por la recolección  de hojas, picado,  macerado y aplicación de  sales,  llevando de esta manera el producto al momento indicado para pasar a las aguas, (gasolina) siguiendo con el proceso hasta llegar al secado, bien sea de pasta o base de coca. Terminado el procedimiento viene el pesaje y pagos, iniciando por el químico, el ayudante y los raspachines, concluyendo con el agricultor; todos los desembolsos se generan en efectivo y en el lugar de cultivo evitando a los trabajadores desplazamientos y demoras.

Como ven mis respetados lectores el proceso  se surte en el paraje. El día a día para agricultor y su familia está totalmente asegurado de comienzo a fin, convirtiéndose esta situación en enemigo principal del cultivo sustituto, pues de no contar con ese flujo financiero asegurado por los narcotraficantes, que manejan jugosos pagos en efectivo, es imposible al labriego sobrevivir  pues pasa largo tiempo para recoger cosecha, vender el producto, entregarlo y luego aguardar un pago, que se demora de acuerdo con tramites implantados por el establecimientos, período fatal en la supervivencia del cultivador y desestimulante del  cultivo sustituto.