GLORIA ARIAS NIETO | El Nuevo Siglo
Viernes, 18 de Noviembre de 2011

…Si Timochenko fuera…

 

Si Timochenko fuera más inteligente que anacrónico, y en verdad le importara el pueblo que con una mano dice defender y con la otra ordena exterminar, le diría a sus ya dispersos y menguados ejércitos, que no hay caso. Que no tiene sentido continuar dándole respiración artificial a un empeño que ya demostró ser estéril e imposible, que perdió el rumbo y se contaminó hasta la médula.

Pero claro, admitir los fracasos -y más aún los fracasos mortales- exige honestidad y valor (valor del de verdad), dos atributos que parecen escasear en las Farc.

Sé que algunos insurgentes leen esta columna, así es que les digo:

No se confundan, señores; no es lo mismo ser guerrero que ser valiente. Ordenar un secuestro, perpetrar una masacre, o vigilar fusil en mano a un hombre encadenado, no exige valor; exige desprecio por la vida. Me temo que su jefe no va a decírselos, pero es justo que ustedes lo sepan: todavía es tiempo de tomar -ahora sí- la decisión más valiente de su historia, liberar y liberarse.

Si Timochenko fuera más inteligente que anacrónico, les diría que en Colombia la toma armada del poder es inalcanzable. ¿O será que al comandante no le han contado que en nuestro país y en América, un muy alto porcentaje de ciudadanos está satisfecho con un gobierno que se eligió por amplia mayoría? Dicen los que saben, que la economía va bien; el desempleo disminuyó a cifras de un dígito, y a la corrupción le están poniendo su tatequieto; Santos ha resultado infinitamente mejor presidente que candidato, y nada convocaría menos adeptos, que una revuelta para derrocarlo.

Ahora, numéricamente, la guerrilla tampoco sale bien librada: Entre deserciones, bajas y capturas, los hombres y mujeres de las Farc están cada vez más disminuidos, mientras que el Ejército de Colombia está cada vez más capacitado, mejor dotado y goza de mayor respaldo. Por pura aritmética, en un supuesto enfrentamiento para tomarse el poder, las Farc tendrían todas las de perder.

En el plano político, mientras sigan armados, tampoco les iría bien. Vía elecciones, los inconformes han elegido gente de todos los matices de izquierda, y hasta ex guerrilleros que han ocupado y seguirán ocupando, cargos públicos. Muchos ejemplos con nombres por todos conocidos, son la demostración del rédito que produce entregar las armas y vincularse a los procesos democráticos legalmente constituidos.

Además, el actuar de las Farc ha sido tan errático y tan desviado de los fundamentos originales, que las voces que en otra época les dieron dinero, asilo y soporte, han ido haciendo mutis por el foro, y hoy ya casi todos saben que las Farc no valen la pena.

Si Timochenko respondiera al cargo para el que fue nombrado en el Caguán -Jefe de Inteligencia y Contrainteligencia- y fuera más inteligente que anacrónico, podría evitar los bombardeos que se avecinan, y podría salvar a mucha gente.

…Pero tal vez sea mucho pedirle al infausto médico de la Patrice Lumumba, que decidió un día cambiar la defensa de la vida, por las oscuras huestes de la muerte…

ariasgloria@hotmail.com