Cumpliendo tregua, Israel y Hamás negocian segunda fase del acuerdo | El Nuevo Siglo
EL PRIMER MINISTRO israelí, Benjamín Netanyahu, está en Washington. El martes se reunirá a puerta cerrada con Trump. /Archivo AFP

Domingo, 2 de Febrero de 2025
Redacción internacional con Europa Press

AUNQUE persiste el temor de que la tregua entre Israel y Hamás pueda colapsar en cualquier momento, el hecho de que se haya cumplido la primera parte del acuerdo que ha permitido hasta ahora el regreso a casa de 15 rehenes israelíes y la excarcelación de centenares de palestinos es un paso en firme para poner fin a la guerra y, de lograrse, abriría dos escenarios tan importantes como complejos: el futuro político de la Franja de Gaza y la normalización de relaciones entre el estado hebreo y  Arabia Saudita.

Estas dos posibilidades, aún lejanas, tanto por la persistente desconfianza como por las concesiones que implican, conllevarían a estabilizar Oriente Medio y, de paso, a crear una coalición anti iraní liderada por Estados Unidos, intención de vieja data que retoma fuerza con la presidencia de Donald Trump.

No en vano Egipto, mediador junto con Catar del acuerdo en vigencia, a través de su presidente Abdel Fatah Al Sisi, expresó al mandatario republicano norteamericano que “la comunidad internacional cuenta con su capacidad para alcanzar un acuerdo de paz permanente e histórico, que ponga fin al conflicto que existe en la región desde hace décadas".

Así mismo expresó su confianza “en que el liderazgo del presidente Trump pueda marcar el inicio de una era dorada para la paz en el Oriente Medio".

Egipto es un aliado clave de Estados Unidos en la región y es junto con Israel, el único país que se beneficia de una exención a la orden de Trump de congelar el desembolso de ayuda internacional. Por ello no se descarta que el planteamiento de éste último en torno a que población de Gaza fuera trasladada a esa nación y a Jordania, pese a la reticencia de ambos, termine siendo una realidad.

Si bien Al Sisi no hizo referencia este fin domingo al tema, destacó tras la llamada que sostuvieron un “intercambio positivo” sobre la implementación del acuerdo de cese el fuego entre Hamás e Israel, así como sobre la solución de dos Estados.

Vale recordar que si bien el objetivo del acuerdo en vigor, logrado por los países mediadores (Catar, Egipto y Estados Unidos) es el "fin definitivo" de las hostilidades, tras 15 meses de una devastadora guerra, de suyo implica temas trascendentales como garantizar que Hamás deje de ser una amenaza para la seguridad de Israel, definir quién gobernará la Franja de Gaza, el retiro militar israelí de la misma y la reconstrucción de esa zona de 50 kilómetros para que sus más de dos millones de habitantes recomiencen sus vidas.

Reinician negociaciones

En cumplimiento de lo establecido, este lunes 3 de febrero, (16 días exactos desde el inicio de la tregua y faltando varias semanas para que se complete la primera parte del canje de 33 rehenes por mil presos palestinos) Israel y Hamás comienzan las negociaciones para concretar una segunda fase con un objetivo enormemente complejo en el horizonte: el futuro político de la Franja de Gaza.

Aunque este futuro no está explícitamente recogido en los términos del acuerdo, en estas negociaciones también se irán discutiendo los términos de la tercera y última fase del pacto, entre ellos el plan de reconstrucción del enclave, en principio bajo supervisión internacional, y la clase de autoridad que regirá la zona con vistas a un cese de hostilidades permanente, en el mejor de los casos.

En desarrollo de esta primera fase, el ejército israelí se replegó a una zona de amortiguación dentro de Gaza, permitiendo el intercambio establecido, así como el retorno de cientos de desplazados desde el sur al norte de Gaza.

La segunda fase del acuerdo debería comenzar al término de las seis semanas que marca la primera etapa que arrancó el 15 de enero y vuelve a estar caracterizada por los intercambios entre rehenes israelíes en Gaza por prisioneros palestinos en manos de Israel.

Concretamente, Hamás se comprometería a liberar al resto de los rehenes incluidos "los soldados hombres, los hombres en edad militar y los cuerpos de los rehenes asesinados", a cambio de un número de presos palestinos todavía por acordar.

Este intercambio debería ir acompañado de provisiones para garantizar una "calma sostenible" en el enclave y de la retirada de todos los militares israelíes de la Franja de Gaza. La segunda fase, de ser aprobada, durara, como la anterior, 42 días.

Conversaciones a tres bandas

El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, viajó este domingo a Estados Unidos con esta segunda fase en mente. De hecho, y antes de reunirse con el presidente Donald Trump, el mandatario sostendrá un encuentro con el enviado norteamericano a la región, Steve Witkoff, acompañado del ministro israelí para Asuntos Estratégicos, Ron Dermer.

Antes de partir a Washington D.C., Netanyahu dijo que en la reunión con Trump se tratará "la victoria sobre Hamás, lograr la liberación los rehenes" y, a largo plazo, "lidiar con el eje terrorista iraní en todos sus componentes, un eje que amenaza la paz de Israel, Oriente Próximo y el mundo entero".

El primer ministro también declaró su intención de "ampliar el círculo de paz", en una mención a las conversaciones de normalización con los países árabes, Arabia Saudí a la cabeza "y lograr una era notable de paz a través de la fuerza".

Específicamente sobre Gaza, según las fuentes de 'Israel Hayom', las conversaciones se centrarán "en aspectos políticos, como la seguridad, la futura gobernanza del enclave y el fin del régimen de Hamás en la Franja", algo que el movimiento islamista palestino, que lleva semanas realizando exhibiciones de popularidad con sus televisadas ceremonias de liberación de rehenes, no está dispuesto a conceder.

El movimiento islamista, de todas formas, ya ha declarado su intención de proseguir con las conversaciones y fuentes del movimiento han avanzado al diario 'Al Araby Al Jadeed' que, coincidiendo con el viaje de Netanayahu, sus negociadores estarán hoy en las negociaciones exploratorias de esta segunda fase que tendrán lugar en Doha.

Queda por ver el papel que representará la Autoridad Palestina (AP) en esta fase, sabiendo que su presidente, Mahmud Abbas, dijo que su Gobierno está perfectamente preparado para asumir las competencias del enclave, algo que de plano fue rechazado por Israel.

Durante su primer mandato, Trump repitió que Israel "nunca había tenido un mejor amigo en la Casa Blanca".

El presidente de Estados Unidos aspira a mantener el alto el fuego tanto en Gaza como en el sur del Líbano, entre Israel y Hezbolá.

Según el Soufan Center, un grupo de expertos con sede en Nueva York, los asesores de Trump creen que "la reanudación de los combates en Oriente Medio le impediría abordar (...) sus prioridades más urgentes", como la inmigración ilegal desde México. o la guerra entre Rusia y Ucrania.

"Trump quiere redirigir su prioridad hacia Asia-Pacífico", apunta David Khalfa, investigador de la Fundación Jean Jaurès en París.

"Como sus predecesores creen que primero debe estabilizar la región y crear una coalición antiraní con sus socios estratégicos" como Israel, pero también Arabia Saudita.

En este sentido es probable que Trump intente arrancar concesiones a Netanyahu para que normalice las relaciones entre Israel y Arabia Saudita, país que lo condiciona a una solución duradera y viable para los palestinos.

Netanyahu es consciente del riesgo político que implica dar ese paso, ya que su coalición de gobierno tiene a los partidos de extrema derecha que, como se sabe, rechazaron el acuerdo de cese al fuego. Sin embargo, “Bibi” como apodan al premier más longevo en la historia del Estado de Israel es considerado un mago de la política y querrá dejar como legado las bases de la paz para Oriente Medio. Y, como van las cosas, es posible que lo logre