Guillermo Franco Camacho | El Nuevo Siglo
Sábado, 12 de Septiembre de 2015

SAGITARIO

1939-1945

El   mariscal Ferdinand Foch estudió el Tratado de Versalles en 1919,  pronosticó una segunda guerra mundial (IIGM en adelante) en veinte años y acertó: se extendió de 1939 a 1945. Se comenta dicho evento con base en History of the SecondWorld War (Pan Books, London, 1978) de sir Basil Liddell Hart y el plan de trabajo, por el momento, es el siguiente: antecedentes y fases en Europa. Se  indicó el origen lejano, o sea, el Tratado citado. Luego suele señalarse la incursión de la Alemania de Hitler en Renania, en 1936, que pudo rechazar Francia y no lo hizo por carencia de apoyo de Gran Bretaña, preocupación por otro conflicto europeo convertible en mundial y considerar que había justificación moral para la acción germana. Alemania se une a Italia en apoyo del régimen franquista durante la guerra civil española.

Austria y Alemania se integran en 1938 y cabe recordar que el dictador mencionado era austríaco de nacimiento. Los alemanes resienten el trato recibido por sus compatriotas residentes en los Sudetes, a manos de los checoslovacos, y se convoca, en 1938, una reunión, en Munich, para resolver el problema con la presencia de Alemania, Italia, Gran Bretaña y Francia y la ausencia de Checoslovaquia en que ésta pierde el territorio en discusión y luego su independencia.

Ahora las fases. La primera comienza, en septiembre 1,1939, con la invasión alemana a Polonia y el día 3 Gran Bretaña y Francia, en respaldo al país agredido, declaran la guerra al agresor y no pueden poner en práctica su apoyo que solo lo hubiera podido prestar la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) comprometida, mediante el Pacto Germano-Soviético, con Alemania; pocos meses después, en 1940, caen Francia, Bélgica y Holanda. La segunda etapa comienza con Gran Bretaña enfrentada, en soledad, con Alemania: los ingleses sufren el desastre de Dunkerke y las batallas aéreas de Inglaterra y la naval del Atlántico pero afortunadamente Hitler le da prioridad al ataque a la URSS a mediados de 1941; Liddell Hart considera que Hitler pudo ganar la IIGM al concentrarse en Gran Bretaña. La tercera es el triunfo de los Aliados mediante avances sucesivos en África, Sicilia, Italia, Normandía, URSS, Europa del Este, Alemania, Filipinas, reconquista de territorios en Asia y el despliegue de las bombas atómicas sobre el Japón.