GUILLERMO FRANCO CAMACHO | El Nuevo Siglo
Domingo, 22 de Abril de 2012

Montealegre

En “Fiscal” (abril 1) se comentó la excelente acogida al nombramiento de Eduardo Montealegre como Fiscal General de la Nación. Se eligió, con posterioridad, al Vicefiscal, o sea el segundo a bordo, y se garantizó la continuidad de Martha Lucía Zamora, sugerida en esta columna. María del Pilar Hurtado y Luis Carlos Restrepo se muestran insensibles al llamado a someterse a la Justicia colombiana, pese a las garantías ofrecidas. Jaime Arrubla, expresidente de la Corte Suprema de Justicia, piensa que era innecesario designar nuevo Fiscal, cuyo período debe ser personal y finalizar, en consecuencia, en 2016 y no en 2013. Montealegre coincide debido a la magnitud enorme de su programa, la escogencia de Viviane Morales se declaró nula y Guillermo Mendoza ejerció como encargado y nunca en propiedad.

Montealegre ha expresado una serie de interesantes conceptos adicionales. Se podría, en relación con la paz interna, fijar “amnistías condicionadas”. Se le interrogó respecto a la Justicia Mediática y señaló que “debe haber un replanteamiento de la Fiscalía frente a los medios de comunicación”; se espera el pronunciamiento con gran expectativa. Debe modificarse sustancialmente el proyecto de reforma a la justicia, lo cual sería un corolario lógico de sus propuestas fundamentales. Mauricio Vargas ha argumentado, de manera elocuente, en pro de la ausencia de radicalismo en Montealegre y la prueba consiste en que ha asesorado a Uribe Vélez, Andrés Pastrana y Juan Manuel Santos.

La Fiscalía no debe formar parte de la Rama Judicial -se está en acuerdo total-, lo cual implica el cambio en el procedimiento de designación de su jerarca máximo: la Alta Corte pertinente nombraría la terna de aspirantes y el Presidente de la República seleccionaría al Fiscal General. Se entiende que la Coalición Visible, coordinada por Excelencia en la Justicia, formuló la respectiva propuesta. A la Coalición están vinculadas alrededor de diez organizaciones nacionales y regionales.

Ha hecho escuela, en nuestro país, la tesis de ser individual la responsabilidad penal. Acorde con analistas, como Natalia Springer, con el nuevo Fiscal entraría a jugar la teoría mediata, basada en la doble imputación, según la cual habría responsabilidad del superior en hechos incurridos por los subalternos. Se trata de una innovación trascendental que, unida a las comisiones de la verdad y el fortalecimiento de la capacidad de lucha contra la criminalidad organizada, permitiría una más eficiente búsqueda de la paz.