GUILLERMO LEÓN ESCOBAR | El Nuevo Siglo
Martes, 26 de Junio de 2012

Donde habite el olvido

 

Da lástima emplear este bello título del poema de Cernuda para opinar de lo más prosaico de la política colombiana. Tampoco serviría por respeto a Sabina y a su canción emplearlo para lo mismo pero lo cierto es que en este inmenso Macondo de una Colombia que no termina de nacer se estableció, para quedarse, “el olvido“.

Es lo que sucede en el caso del exgeneral Santoyo. La memoria personal y la colectiva fallan. Ahora resulta que una persona tan importante en Antioquia como el jefe del Gaula ha desaparecido de la memoria de concejales, gobernantes y diputados. Más aún esa misma persona castigada por la Procuraduría a causa de 1.400 intervenciones abusivas a teléfonos no logró la atención de nadie que pensara en lo inconveniente que era reincorporarlo al escalafón militar sobre todo cuando es discrecional llamar a calificar servicios sin necesidad de dar razones. Y… nadie recuerda. Luego se lleva al sujeto ya reincorporado a la junta de generales y pese al pasado dudoso se le propone para ser ascendido a General de esta Patria Boba. Hay que reconocer la prontitud del exgeneral Naranjo en reconocer que él fue quien lo propuso en esa junta de generales “sabios“ y más escandaloso aún los parlamentarios que votaron por su ascenso para vergüenza de la democracia ya que en lo personal no la han tenido. No hay ninguna disculpa suficiente. Deberían en adelante ocultarse de la mirada ciudadana. Alabanza a los tres parlamentarios (Piñacué, Moreno y Cecilia López)  que acompañaron a Galán en el voto negativo.

Pero retrocediendo un poco, cómo es que este sujeto es propuesto como jefe de seguridad del Presidente y a este primer magistrado que todo lo sabía logran estos más habilidosos que ese político -puntilloso en el pensar y en el obrar- ignorara todo y dejara transcurrir su servicio en la casa de los presidentes quién sabe con qué consecuencias. Y luego como corolario llevar al Mandatario a firmar el decreto que lo convirtió en General y más aún imponerle una condecoración y al final instalarlo en la embajada en Italia como agregado militar.

Y nadie se acuerda de nada. Y no es que callen sino que todos están habitados por el olvido, esa especie de “Alzheimer Táctico“ que le coloca límites de conveniencia a la memoria y al recuerdo.

Y observando todo eso el pobre ciudadano que debe padecer este tipo de dirigentes sin darse cuenta de que estamos aburridos de tanta desvergüenza. La democracia está muriendo por el esfuerzo de encontrar ventajas a fin de que los parlamentarios puedan hacer y deshacer y que ahora con la aprobada “reforma a la Justicia” (?) crezca la desfachatez de quienes se sirven de la patria y se niegan a servirle a ella.

¡Aquí habita el olvido! No hay nada que hacer y lo que aquí ocurre sucede también  en las naciones grandes solo que ellas tienen todavía mucho que aprender de nosotros.

guilloescobar@yahoo.com