Hay que cuidar a Colombia | El Nuevo Siglo
Lunes, 6 de Diciembre de 2021

Los colombianos tenemos que ser conscientes que hay un desafío a la democracia del país con un discurso que pretende poner el dedo en las frustraciones, despertar rencores e incentivar el enfrentamiento entre los colombianos con aseveraciones cargadas de efectismo, manipulación y resentimiento.

Ese desafío, que ya han vivido países cercanos, sumergirá a Colombia, como ya empezó a hacerlo, en discursos que espantarán la inversión extranjera, debilitarán el tejido empresarial, aumentarán la pobreza a niveles inimaginables, volverán las calles escenarios siniestros sin ley y desmantelarán los mecanismos democráticos que con tanto esfuerzo hemos levantado, para implementar parodias democráticas.

Lo peor de todo es que estas consecuencias que menciono estarán acompañadas por represión, abuso, manipulación del Estado de Derecho y hasta detención de todos los candidatos que intenten participar de las elecciones que se convoquen, como vio el mundo con el caso patético de Daniel Ortega y su régimen.

No podemos permitir que el remedio a tantos problemas que tenemos sea dar viabilidad a patologías más graves, volviendo irremediables las cosas. No tenemos sino que mirar el vecindario para entender qué camino no podemos tomar.

Nuestro vecino, Venezuela, que es el ejemplo más cercano que tenemos, vive una inflación del 2.700%, lo que ha llevado a que 5,5 millones de venezolanos abandonen su país tratando de encontrar futuro en otros lugares.

Los colombianos hemos sido testigos de esa tragedia con la presencia creciente de millones de ellos que recorren nuestro territorio en las más difíciles condiciones.

Nuestro país tiene muchos problemas que se evidenciaron, en unos casos y se acentuaron en otros durante la pandemia; eso es innegable y nadie lo puede ocultar. Sin embargo, lo que debemos hacer es enfrentar esos problemas juntos, de la mejor manera posible, atrayendo la inversión que genera empleo y progreso, cuidando el tejido empresarial, incentivando el emprendimiento, trabajando por la formalidad laboral, haciendo inversión social, propiciando oportunidades, logrando mayores consensos sobre lo importante y, sobre todo, cuidando esa democracia que muchos colombianos protegieron con sus vidas cuando el terrorismo y el narcotráfico se propusieron arrodillarla.

No es difícil recordar los nombres de infinidad de jueces, magistrados, periodistas, congresistas, gobernadores, estudiantes, candidatos presidenciales, políticos, militares, y ciudadanos del común, que no claudicaron ante las mafias con sus armas y ofrendaron sus vidas en nombre del Estado de Derecho y la democracia.

No podemos ser inferiores a ese legado. Como dirían los rabinos judíos: no podemos hacer cosas que avergonzarían a nuestros ancestros.

Cuando Chávez se lanzó a la presidencia de Venezuela, en el 2002, la pobreza en el país hermano estaba en algo más del 42%, algo similar a lo que tenemos nosotros ahora, y hoy, en el 2021, ese indicador en el vecino país bordea el 95%.

La conclusión es clara. esos modelos lo único que traen es pobreza, atraso y represión. En las elecciones que se avecinan tenemos la responsabilidad de cuidar a Colombia de cuidar nuestras familias, de preservar lo importante para nuestras regiones y hacer respetar nuestros valores más genuinos y arraigados.

Es mucho lo que se decide; estoy segura que sabremos entender lo que espera Colombia de nosotros y con seguridad estaremos a la altura.

*Exrepresentante a la Cámara y experta en turismo y emprendimiento