Henry Bradford Sicard | El Nuevo Siglo
Jueves, 16 de Abril de 2015

ENCUENTRO DE JEFES DE ESTADO

Cumbre de las Américas

La  semana pasada estuvo marcada por la séptima Cumbre de las Américas, que en esta edición se celebró en Ciudad de Panamá. Reunió a líderes de los Estados miembros, provenientes de Norteamérica, Centroamérica, Suramérica y el Caribe; durante las diversas actividades y charlas, se buscó abordar aspectos políticos compartidos, afirmar valores comunes y comprometerse con acciones concertadas a nivel nacional y regional con el fin de hacer frente a los desafíos presentes y futuros que enfrentan los países de las Américas. El lema de esta edición fue “Prosperidad con equidad, el desafío de cooperación de las Américas”.

Este tipo de reuniones abre espacios de diálogo productivos, que sirven para encontrar soluciones a diferencias políticas, al igual que para aliviar tensiones o aumentar la cooperación entre las naciones que incluso, en muchas ocasiones, han terminado en acuerdos comerciales.

Uno de los momentos más esperados de la Cumbre fue sin duda el encuentro entre el presidente de los Estados Unidos de América, Barack Obama, con su par cubano, Raúl Castro. Esta reunión fue el primer encuentro formal entre dirigentes de ambas naciones en más de medio siglo y abrió la posibilidad de finalizar un capítulo muy complejo de la historia,  buscando normalizar las relaciones entre estos dos países. Ambos mandatarios se mostraron dispuestos a escribir una nueva historia, en la que se sabe que aunque puedan existir grandes diferencias ideológicas, lo que desean ofrecer al pueblo cubano, son nuevas oportunidades y apertura a los mercados internacionales.

De forma paralela a las reuniones de los jefes de Estado, se llevaron a cabo varios foros con objetivos concretos. En mi concepto uno de los más importante fue la Cumbre Empresarial de las Américas, en la que bajo el lema “Tendiendo puentes en las Américas: integración productiva para un desarrollo inclusivo”, los líderes empresariales de la región buscaron analizar oportunidades para el comercio y la inversión, dando prioridad al desarrollo social y económico. En este foro se abordaron temas como seguridad alimentaria y agronegocios, inclusión financiera, infraestructura, logística y conectividad. Otro aspecto en el que profundizaron durante el evento fue la importancia de la innovación social empresarial, con el fin de impulsar en la región el emprendimiento para el desarrollo social, fomentando de forma simultánea, cambios innovadores en las empresas para que puedan crear valor social y ambiental, mientras generan adicionalmente beneficios financieros. El emprendimiento es un mecanismo muy poderoso para creación y generación de empleo en una sociedad y los gobiernos tienen la responsabilidad de facilitar las herramientas para la creación de negocios, incentivando que estos nuevos empresarios se vinculen a la sociedad de manera formal, sostenible y productiva, lo cual aportará al bienestar social con oportunidades justas y equitativas en los diferentes países de las Américas.