Hernán Alejandro Olano García | El Nuevo Siglo
Lunes, 21 de Marzo de 2016

Semana Santa en Tunja

 

“Tunja es un santuario y museo de diferentes expresiones artísticas”

 

ES  un afortunado hecho de ser Tunja,  la única ciudad colombiana que mantiene en pie un numeroso grupo de viviendas del siglo XVI, así como joyas del patrimonio colombiano en materia de arte religioso, incluidas representaciones pictóricas, ornamentales, escultóricas y clásicas, que con el andar de los días, según Eduardo Torres Quintero, convirtieron a Tunja en santuario y museo admirable de estilos, formas, tendencias y expresiones artísticas.

Para los siglos XVI y XVII, la ciudad se convirtió en el epicentro de la cultura del Nuevo Reino de Granada y de paso dio origen a la escuela Tunjana del arte en el panorama hispanoamericano de la época. Los grandes pasos que desfilaban por el marco de la plaza principal motivaron a la ciudadanía a salvaguardar esta importante tradición año tras año; las familias más importantes de la comarca se encargaron de dar lucidez a cada una de las procesiones, lo cual llevó a que el Congreso de la República le concediera por medio de la Ley 1767 de 2015 la protección como Patrimonio Inmaterial de la Nación, siendoun instrumento de homenaje y exaltación a su invaluable labor, en pro del rescate de la tradición cultural y religiosa nacional, pero desafortunadamente fue demandada ante la Corte Constitucional en sus artículos 6 y 7.

Aproximadamente para el año de 1562 nace en la ciudad de Tunja la Comunidad de los Nazarenos, una comunidad encargada de llevar sobre sus hombros, las imágenes representativas de estos piadosos misterios, conmemorando el éxodo del pueblo Israelí y la celebración de la Pascua. Esta importante congregación se preocupó desde aquel entonces, por la organización de las procesiones de la Semana Santa, tradición que hasta la fecha se ha mantenido, como uno de los símbolos de expresión cultural y religiosa más importantes de los Tunjanos y que junto con las autoridades eclesiásticas y civiles de la ciudad mantiene vivas las tradiciones, con excepcional compromiso por la cultura nacional.

Ya a mediados del XVII, el cronista fray Juan de Santa Gertrudis, O.F.M., en su obra titulada “Maravillas de la naturaleza” hace referencia al fervor de los tunjanos de toda condición para hacer más vistosa las celebraciones de Semana Santa, que era presidida por las autoridades hispanas, como el Corregidor de la provincia de Tunja, los alcaldes pedáneos, el alférez real y los regidores del cabildo.

Muchas de las obras que se pueden apreciar en Tunja, han sido recogidas en la magnífica obra “Álbum Turístico de los Monumentos Nacionales de Boyacá” del artista plástico Henry Neiza Rodríguez, libro que vale la pena tener.

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