Horacio Gómez Aristizábal | El Nuevo Siglo
Sábado, 19 de Marzo de 2016

COOPERACIÓN BILATERAL

Bélgica y Colombia

 

BÉLGICA es un país con magia. Todo su territorio está lleno de maravillas. Históricamente Bélgica y Colombia tuvieron, en un momento, un mismo gobernante. Dependíamos del rey de España. Su población, en su inmensa mayoría, practica un cristianismo fervoroso y militante. A pesar de haber hecho parte de Holanda, la influencia francesa en este importante país es asombrosa.

Los señores embajadores de Francia, Jean Marc Laforet; de Bélgica, Jeroen Cooreman; de Canadá, Carmen Sylvain; y  Jean Bessudo, entre otros, expresaron la importancia del francés como idioma de la libertad, del humanismo, de la ciencia y la técnica.

Sobre la importancia de Francia en Bélgica y en el mundo nadie lo pone en duda. Ahora le explicaremos. Pero el liderazgo cultural de Bélgica en Europa se explica por la posición dominante de esta nación en áreas trascendentales como son la pintura, la escultura, arquitectura, la filosofía y la literatura. En todo lo que tiene que ver con la fuerza espiritual Bélgica sobresale y ha dejado huella imborrable. Sus castillos, sus monumentos, sus museos, sus palacios, impresionan hondamente. El renacimiento y todas las corrientes artísticas famosas de Europa, contaron con la presencia protagónica de Bélgica.

Parte de su destierro lo pasó Francisco de Paula Santander en Bélgica. En este país han vivido colombianos destacadísimos. Allá estuvieron dos hombres antorchas de Colombia: Alfonso López Michelsen y Álvaro Gómez Hurtado.

La Marsellesa es uno de los himnos que más impacta al mundo. Se comenta que algunos dictadores han prohibido cantarlo en sus países, pues despierta en el pueblo el ansia de ser libres y que repite que un ciudadano de cualquier nacionalidad, tiene dos patrias, la suya y Francia.

En francés se proclamaron los famosos “Derechos del Hombre”. Francia y Bélgica, en francés, han proclamado “Los modernos derechos sociales”. Siempre han defendido el “Estado de derecho”. Estos países han tenido como bandera la defensa del ciudadano, un espacio inalienable e Intocable, pues los “Estados”,  en su vocación desmedida de poder, no siempre se auto limitan o auto controlan. Los pueblos, siguiendo estas consignas en francés, establecen vallas horizontales para detener la autoridad absorbente y los excesos de los gobernantes. Sin éstas ideas, el absolutismo monárquico se hubiera prolongada indefinidamente.

El Estado de Derecho consiste en la tridivisión de los poderes públicos y en la afirmación rotunda de la no existencia de “Derechos absolutos ilimitados”. Mis derechos terminan donde empiezan los derechos de mis semejantes. Benito Juárez dijo una enorme verdad cuando grito: “El respeto al derecho ajeno es la paz”.

Con el tiempo se creó la necesidad de reformar algunos grandes principios como “El dejar hacer y dejar pasar”, pues condujo al capitalismo salvaje.

El comercio entre Colombia y Bélgica es importante, pero el embajador de Bélgica le ha imprimido enorme dinámica a la cultura. Cada día nos globalizamos más y  eficazmente.