HUGO QUINTERO BERNATE | El Nuevo Siglo
Martes, 28 de Agosto de 2012

Madres diferentes

 

En la casa del padre del exboxeador José “Tumbaito” Torres, en Temuco (Chile), el pasado 10 de agosto se desató un incendio que estuvo a punto de acabar con el inmueble y produjo, aparte de los daños naturales, una bellísima noticia que le dio la vuelta al planeta a través de todos los medios de comunicación, incluidas las redes sociales.

“Amanda”, una perra recién parida, de raza dudosa, fue sorprendida por la conflagración junto con sus cachorros dentro de la propiedad. La prensa chilena mostró imágenes del animal que, agitado y mojado por el agua de los bomberos, trasladaba, sostenidos en sus fauces, uno a uno sus cachorros desde la casa incendiada hasta un carro de bomberos para ponerlos a salvo. Logró salvar a tres de los cuatro que componían su camada, pues uno murió a causa de las quemaduras.

Toda una historia de la responsabilidad, amor y sacrificio a los que la naturaleza nos tiene acostumbrados de casi todas las madres, sobre todo en la especie de los mamíferos.

Semejante noticia del reino animal coincidió en la misma semana con la que se conoció en Bogotá en la Localidad de Kennedy, donde una “madre” decidió irse de puente, dejando encerrados y abandonados a sus cuatro hijos de 1, 3 y 5 años y a un bebé de tan solo tres meses, quien finalmente murió al resultar asfixiado con un tetero que su pequeño hermano de 5 años le preparó y suministró.

Pero la desnaturalizada que en Bogotá abandonó a sus hijos por tres días para irse de rumba con su ex, no es la única que ha optado por semejante forma de agresión contra sus propios hijos. En la misma semana se conocieron casos en un hotel de Popayán, en Santa Fe de Antioquia y en Engativá, otra Localidad de Bogotá.

Tal parece que el instinto maternal no existe sino en el reino animal, porque en la especie humana, cada vez con más frecuencia se hallan ejemplos de madres que atentan contra sus hijos o que simplemente los abandonan a su suerte.

Sorprende que todas esas radicales de la defensa de los derechos de igualdad femenina que se convierten en verdaderas hordas de “feminazis” cuando se trata de reclamar por el lenguaje incluyente de género, por los “feminicidios” de que son víctimas sus congéneres o por el derecho al aborto indiscriminado y por demanda, no eleven sus voces cuando se presentan estos flagrantes casos de violencia contra los niños a manos de sus madres.

Probablemente no sea políticamente correcto señalarlo, pero sí parece muy claro que la crisis social de la nación colombiana se incrementó cuando a la tradicional irresponsabilidad de la figura paterna comenzamos a sumarle la femenina. Esas madres abnegadas y sacrificadas que nos salvaron a muchos de la irresponsabilidad paterna, son verdadera especie en vía de extinción. Muchas madres de ahora, a diferencia de las de antes, prefieren sacrificar un hijo que perderse una fiesta.

Y comparándolas con “Amanda”, la perra chilena que arriesgó su vida por salvar sus cachorros, piensa uno si las cuadrúpedas no son otras.

@Quinternatte