Irresponsabilidades
Millonarios, el equipo más laureado de Colombia -lo que quieren revertir sus actuales directivas-, el más reconocido en el exterior y el único suramericano que figura en el libro de oro del Real Madrid -el mejor equipo del siglo XX- acaba de hacer uno de los ridículos más grandes que delegación deportiva privada alguna haya hecho en el exterior jamás.
Más allá del resultado infamante para la historia Embajadora y para los hinchas azules que somos mayoría en el país, también a pesar de las muchas malas directivas que el Equipo ha tenido, el vergonzoso desempeño en el Santiago Bernabeu, esa actuación es la más evidente demostración de la idiosincrasia del futbolista nacional.
En términos puramente matemáticos, la goleada sufrida por Millos es menor que la de la Selección Nacional en Londrina (Brasil) a manos de la del Brasil en un torneo preolímpico, pero futbolísticamente las dos representan lo mismo: un supremo acto de irresponsabilidad profesional.
A los hinchas de Millonarios nos cargan los de otros equipos por haber expresado el sincero orgullo que sentíamos por haber recibido la invitación del Real Madrid. Ellos, los de Santa Fe por ejemplo, se hubieran escondido, pero los de Millos solo pensábamos en que racionalmente esa era una oportunidad histórica para que los jugadores se lucieran y promocionaran su nombre, el del país y el del equipo.
Con lo que nadie contaba, ni las directivas del equipo que aceptaron la invitación, ni los hinchas que la respaldamos, ni el canal RCN que compró los derechos de televisión, era con la manifiesta irresponsabilidad profesional de los jugadores que no solo fueron inferiores con el compromiso, sino que se asustaron con la fama y riqueza de los adversarios y con la majestuosidad del escenario.
Todas las taras del subdesarrollo mental y futbolístico de nuestros jugadores quedaron evidenciadas en ese partido. Las diferencias de velocidad con la que caminaban los de Millos y corrían los del Real, no eran ninguna sorpresa. En Colombia se juega a 10 y en Europa a 50 kilómetros por hora. Eso es lo que explica que aquí todavía sean estrellas jugadores como Neider Morantes o el “Vagón” Hurtado, que nunca han corrido en su vida.
Condiciones técnicas han tenido los jugadores nacionales, pero siempre fallan en el tema mental. Ejemplos abundan, EE.UU.-94 a donde llegamos con la mejor selección de todos los tiempos, solo nos dejó los 50 muertos del 5 a 0 contra Argentina y el asesinato de Andrés Escobar por la mafia antioqueña.
Por esa razón es que la mayoría de los que triunfan en el exterior tienen que hacer tránsito por Argentina -Falcao y James- o México -Jackson-, donde les fortalecen la cabeza, más que los pies.
Porque en el deporte, más que en ninguna otra actividad, la fortaleza mental es el activo más importante o sino pregúntenle a Gary Lineker que definió el fútbol como “un deporte en el que juegan 11 contra 11 y en el que siempre gana Alemania”, la misma que han dejado en 2 ocasiones en ruinas y hoy es potencia otra vez.
@Quinternatte