Jaime Alberto Arrubla Paucar | El Nuevo Siglo
Jueves, 3 de Marzo de 2016

ELECCIÓN DEL FISCAL

¿Interinidad en la justicia?

 

DEFINITIVAMENTE somos un país con vocación hacia la prestidigitación.  No ha terminado el periodo del actual Fiscal General y ya están advirtiendo que la Corte Suprema de Justicia no va nombrar, que vamos a pasar a un periodo largo de interinidad, como el vivido en los años 2009 y 2010, aduciendo que la Corte está diezmada en su composición porque hay seis vacantes y pronto otra más. Creo que nos estamos adelantando a los hechos; lo que corresponde ahora, según la Constitución, es que el Presidente de la República envíe su terna, y que en la Corte agenden en el orden del día de la Sala Plena la consideración de la misma y ya veremos qué pasa, todo lo demás es conjetura.

Para elegir al Fiscal y Magistrados, la mayoría que exige el Reglamento de la Corte Suprema de Justicia es las dos terceras partes de sus miembros;  si son 23 potenciales magistrados, sería 16 los votos que se requieren para que un candidato salga elegido.   Si solo hay 17 magistrados, no por ausencias temporales, sino porque algunos terminaron su período y no han sido reemplazados, obtener 16 votos se vuelve  más difícil.  De allí la interpretación que se hizo en el año 2010, cuando la Sala Plena entendió por mayoría que las dos terceras partes de los miembros, había que aplicarla sobre los miembros reales y no sobre los potenciales y por ello salió elegida la Dra.  Vivian Morales con catorce votos; a lo mejor, si somete en ese momento a otra votación como ordena el reglamento, hubiese sacado los diez y seis votos. Sin embargo, el Consejo de Estado, yendo en contra de su propia tesis que había aplicado en algunos casos, dijo que las dos terceras tenían que ser sobre los miembros potenciales y no reales, por tanto, requería 16 votos para quedar elegida.   Debió por tanto reanudarse el proceso electoral y someter a la Sala Plena, solo el nombre de la Dra. Morales, como dice el reglamento.  ¿Se habrán preguntado cómo se reintegró la Corte cuando el Holocausto, que quedó con once magistrados menos, asesinados? ¿Aplicando las dos terceras partes sobre los potenciales o sobre los que quedaron? 

Amanecerá y veremos, como dice el refrán. Vacío institucional no habrá, pues está previsto que se encargue el Vicefiscal, mientras sucede el nombramiento. Por lo pronto, que cada cual haga lo suyo; que el Presidente terne y que la Corte vote a ver qué es lo que pasa.

Con los líos alrededor del nuevo Gobierno de la Rama, el llamado equilibrio de poderes queda en entredicho, perjudicando la deteriorada percepción de la sociedad sobre la justicia.  

Lamentablemente se suma el paro judicial en los juzgados.  Son ya casi dos meses sin acceso a la justicia en ciudades tan importantes como Bogotá y la imagen cada vez se deteriora más.  La ciudadanía no entiende las razones y en cambio, se ambienta cada vez más la necesidad de una reforma profunda al poder judicial.