JAVIER A. BARRERA | El Nuevo Siglo
Sábado, 16 de Junio de 2012

Motos y errores

 

Es imposible desconocer la atención que requieren las cifras de accidentalidad en motocicletas. Más allá de los números, el caso de las motos nos sirve como para demostrar cómo la implementación de leyes en Colombia carece de rigor y se guía más por caprichos que por datos.

De hecho, leo una noticia donde el viceministro de Transporte, Fernando Targa, habla asombrado del fenómeno y alega estar estudiando medidas con el Fondo de Prevención Vial (FPV) para realizar pruebas de “homologación de cascos de seguridad”.

Noticia de última hora para el ministro y para el FPV: la homologación de estándares de seguridad para cascos de motocicleta existe hace más de 50 años y a la fecha existen por lo menos 15 estándares globales que miden la efectividad de los cascos.

No obstante, como el mundo civilizado entiende que la morfología humana es cambiante, la mayoría de países exigen que el casco tenga mínimo una certificación SNELL, DOT, ACU o ECE. Otra noticia para el ministro: en Colombia se pueden conseguir con facilidad productos con varias de esas certificaciones y con precios no superiores a los $ 400.000

Sospecho que en aras de intereses particulares la idea del ministro puede terminar con una certificación colombiana en camino, la cual difícilmente podrá alcanzar la rigurosidad de las mediciones SNELL y los motociclistas terminarán usando cascos de mala calidad que van a servir sólo para dar pantalla.

Si se analiza, el gremio de motociclistas ha sufrido las inclemencias de la estupidez legislativa con todo su rigor:

1.             Nada más peligroso que manejar una moto cuando hay luz fuerte; en Colombia el motociclista debe manejar “encandelillado” porque un político consideró inseguro no poder ver la cara del conductor y prohibió los visores oscuros diseñados para mejorar la visibilidad en el día.

2.             El peor lugar para manejar una moto es el carril paralelo. Sin embargo, es ahí donde deben circular las motos cuando van con copiloto, esquivando a buses, taxis y carros que paran. ¿Lógico?

3.             A propósito del interés por revivir el chaleco reflectivo: las chaquetas de motociclistas suelen tener prendas con un estándar superior al que se conseguía en los chalecos del mercado colombiano. Sin embargo, estos elementos eran cubiertos porque algún político considero que era mejor tener un chaleco mediocre.

4. Invito al ministro, y al FPV, a informarse bien antes de actuar y me despido con una pista gratuita: si prestan atención en un semáforo, la mayoría de policías y mensajeros usan cascos fuera de la medida que necesitan. Bajo esa lógica, cualquier dinerito invertido en certificaciones va a servir para nada.

@barrerajavier