JORGE ELIÉCER MARÍN MEJÍA | El Nuevo Siglo
Lunes, 30 de Diciembre de 2013

Nación de maravillas

 

Estos  son días de fiestas, integración familiar, intercambio de regalos y votos para que el año que empieza traiga prosperidad, salud y bienestar a todos los que vivimos en este país.

Es la época de vacaciones más importante del año y millones de familias viajan a diferentes lugares del país y fuera de él.

Oportunidad para quienes recorren en estas fechas las rutas nacionales de apreciar todo lo que la naturaleza pródiga ha dado a este país. Paisajes de incomparable belleza, colorido y majestad. Están, por ejemplo, los del Eje Cafetero, y ¿qué tal la hermosura tropical del Archipiélago de San Andrés? ¿Y cómo no admirar a Santa Marta, donde en sus cercanías existe una Sierra Nevada única en el mundo? Sin quedarse atrás las maravillas en zona del Pacífico, que en cierto tiempo del año es visitada por las ballenas jorobadas. Cartagena con su historia gloriosa que dejó huella en su arquitectura colonial, Barranquilla, Bucaramanga, Cali y otras. Colombia es un país de ciudades que están progresando de manera acelerada. Incluso las de la periferia, próximas a la selva, exóticas, que arrebatan al turista con sus atractivos naturales extraordinarios, donde se extasían los visitantes observando el vuelo de las aves. En este país existen miles de especies.

Sin duda esta es nación de maravillas que la gente suele olvidar en el diario trajín y solo en la ocasión que brindan las temporadas de asuetos que son dedicadas a los viajes, en los que nuevamente se goza de un territorio que ofrece diferentes paisajes, como son los de la región andina fría, la occidental, la costera, se recuerdan. Una de las ventajas de que podemos gozar es la variedad de climas. Si se desea variar de temperatura, en el caso de Bogotá, a pocos kilómetros hay clima templado; un poco más abajo, cálido.

Al mirar con detenimiento parajes de lejanas urbes de otras latitudes, donde el calor agobia, no hay ríos, y solo el mar es la reserva de agua con que cuentan, y les toca desalinizarla a elevados costos, se puede contrastar con todo el verdor y la cantidad de fuentes hídricas, además de dos mares de aquí. Sin vacilar hay que decir que hemos sido dotados con un escenario para vivir privilegiado que para gente de otras comarcas del planeta sería un verdadero paraíso, que no valoramos en la magnitud que representa como valioso patrimonio de todos.