JOSÉ MANUEL RESTREPO ABONDANO | El Nuevo Siglo
Jueves, 10 de Noviembre de 2011

Protestar por protestar

 

HOY  tendremos nuevamente el paro de la minoría estudiantil que rechaza la reforma al proyecto de Ley de Educación Superior, y reclama “indignadamente” con besatones su derecho a protestar. Lástima que, reconociendo dicho natural derecho, no nos garanticen el de los demás a saber qué es lo que plantean, y que ese derecho a protestar legítimo, esté afectando el más legítimo aún de la mayoría de jóvenes que se les impide asistir a clases y presentar exámenes. Como lo ha señalado el Presidente y la Ministra de Educación estamos próximos a que se cancelen los semestres, situación que va en contravía de los intereses de la mayoría de estudiantes para quienes sería más conveniente educarse, que andarse de besatón en besatón.
En medio de este río revuelto, que requerirá la mejor partida de póquer que pueda hacer el Presidente de la República, para sacar el tema adelante, y no terminar cediendo a los intereses de grupos minoritarios, faltaba un actor estratégico. Se trata de Fecode, la tradicional Federación de Educadores, los mismos que son PHD en protestas, y quienes encuentran oportunidades como estas para gastarse el dinero de los miembros del sindicato en poderosos anuncios de página entera en los medios de comunicación nacional.
En su comunicado nacional, como en otras oportunidades, incurren en algunas imprecisiones. Primero que ésta es una expresión de “mayorías”. ¡Se equivocan! Esta es una expresión de algunos líderes estudiantiles que máximo representan un 2% de la comunidad estudiantil. El grueso de los estudiantes universitarios quiere aprender y entienden que la protesta debe ir acompañada de ideas, de debate, de acuerdos, de desacuerdos y de diálogo que escucha. Equivocadamente también Fecode señala que el proyecto no fue concertado con la Comunidad Educativa Universitaria y que pretende privatizar la educación superior. Para información de ellos hace rato se quitó el tema de instituciones con ánimo de lucro y ha habido miles de encuentros con actores de la vida de la educación superior para debatir y que dieron lugar a significativos ajustes al proyecto de ley, que además con ánimo de debate se presentó primero y por un año a la comunidad universitaria y no al Congreso de la República como se acostumbra en estos casos.
Sorprendentemente reclaman el bajo nivel de recursos para la educación oficial y rechazan los subsidios para estudios universitarios, cuando con su actitud están ahondando el problema financiero, por cuanto no avanzar con la Reforma es inevitablemente dejar con menos recursos a las universidades públicas.
La solución final es entre “chiste” y “sueños metafísicamente imposibles de cumplir”. Proponen la educación superior gratuita, hecho que a todas luces es imposible en el escenario fiscal en el que está Colombia y el mundo, y en el que la amplia política social debe buscar fuentes alternativas de financiación y crédito, tal como está pasando en Francia, Suecia, Noruega y el mundo entero.
¡Qué fácil es protestar y qué difícil es ser proactivo con los verdaderos intereses de la Nación!

 

jrestrep@gmail.com