JUAN ÁLVARO CASTELLANOS | El Nuevo Siglo
Jueves, 18 de Octubre de 2012

El país nublado

 

El cierre de año se proyecta congestionado y confuso, alrededor de decisiones y acuerdos que trazarán el inmediato futuro, para distintos sectores ciudadanos en materia económica y social.

En adelante el hilo conductor del país estará regido por el tono que adquiera el diálogo por la paz.

Serán voces que, en cualquiera de las direcciones que tomen, incidirán con eco, en el comportamiento de todos los niveles de la economía, y su consecuente reacción en medios sociales.

Los efectos saltarán a la vista y los bolsillos, tanto en noviembre y diciembre, como en el primer trimestre del próximo año.

El termómetro exige cuidadoso manejo para tomar temperatura, en la producción, el comercio y los servicios, no lejos de conceptos de la sociedad, que recibe el diálogo con optimismo.

Más que atribuirle a medios periodísticos, carga de responsabilidad por los frutos buenos y malos que puedan producir las informaciones, esta vez, el origen estará en la calidad de la palabra de Gobierno y negociadores.      

Bueno advertir que lo dicho, por las dos partes en la mesa, estará sometido al libre análisis con lupa, por los medios de comunicación, tanto en noticias, como en comentarios. Una cosa es prudencia y otra, decir la verdad de manera oportuna.

La advertencia es válida. Cuando las cosas tambalean, la vía fácil es culpar a los medios informativos, sin desconocer que en ocasiones, caen en lo sensacional o especulativo.

 Detrás de esta expectativa ronda como nube oscura, la Reforma Tributaria, un forcejeo, entre Gobierno, expertos y ciudadanía en general.    

Las reformas tributarias, no tienen buenos antecedentes. Siempre terminan gravando a unos más que otros.

Es necesario que el Legislativo entienda que el contenido de la reforma apunta a modernizar el sistema tributario, y supuestamente a distribuir la carga de impuestos, según el Gobierno. El Congreso debe entender que de la Reforma parte el plan de inversiones  de la  empresa privada, en industria, comercio y negocios.

Se mantienen exigencias para reducir el precio de la gasolina, la más cara en Latinoamérica.

Sigue controversia sobre las características de la Ruta del Sol, otra obra vial, para ver en la lejanía, como el túnel de la Línea y la autopista Bogotá-Girardot.

Continúa el reclamo en la Justicia, ante el desbalance  de sueldos de jueces y empleados, frente a magistrados.

Como todos los años, viene rifirrafe por el reajuste salarial, encuentro boxístico entre Gobierno, centrales obreras y empresarios.

Así es el país que le canta a la nube negra. Habla mucho y ejecuta despacio, acostumbrado a reciclar sus propios conflictos.