Buen viaje, Bogotá
El alcalde Petro con pie derecho se prepara para iniciar su Gobierno, tras recibir en menos de 24 horas, dos respaldos significativos del Banco Mundial, para la agenda de obras prioritarias en la capital.
Tuvo visto bueno para la extensión del diseño del Metro, hasta el noroccidente y, con apoyo del Gobierno nacional, será coparticipe en la recuperación del río Bogotá, que al final, se traducirá en beneficio para la región central del país.
Lo salva en justa causa, el aval de la administración nacional, con garantía para los recursos financieros y dirección técnica, en la configuración de los proyectos.
Aparte del consorcio español, que hará el estudio definitivo para la ruta del Metro, se une otro buen aire, con la asesoría de Francia y su opción como potencial constructor.
Empresas transnacionales están con motores prendidos para ofrecer obras complementarias como el tranvía, que irá desde Zipaquirá, por la carrera séptima, para luego bajar a Facatativá. Es la integración de Distrito Capital con Cundinamarca.
Los expertos explican que estudios y construcción de obras de magnitud, ya no son de 8, ni 6 años, sino de cuatro y hasta dos años, gracias al progreso tecnológico.
En el mundo digitalizado se mide y se programa, maquinaria, partes y piezas para construcciones, además de túneles, planificados por el Sistema de Posicionamiento Global (GPS) con plataforma satelital para establecer distancias y características de vías subterráneas.
Mejor no podía estar el plan de vuelo, para reconstruir en más del 40 por ciento, la capital y, trazarle futuro, a la que debe ser Área Metropolitana.
Son cerca de 10 millones de habitantes, en la urbe, convertida en un país dentro del país. Indicadores sobre población, señalan entre 20 mil y 40 mil personas, la legión de inmigrantes cada mes, anidados en el sur y suroccidente. Detrás de Ciudad Bolívar creció la Bogotá desplazada.
Si el Gobierno nacional será mano derecha para infraestructura, entonces queda espacio, para responder con estrategias, al desplazamiento de comunidades provenientes del resto del país. Es labor que exige equipo de personas eficientes y sin improvisación. Bogotá no está para experimentos, sino para realizaciones.
Se trata es de hacer limpieza general de la ciudad; renovación urbana, con erradicación de edificios en escombros; construcción de malla vial e instalación de semáforos de última tecnología; todo al margen, de propósitos como salud pública, educación, cultura y deporte.
Bogotá está a un mes de iniciar, lo que puede ser buen viaje, con el viento a favor.