Juan Álvaro Castellanos | El Nuevo Siglo
Jueves, 18 de Febrero de 2016

LA OTRA CARA

Televentas

 “Exaspera la batalla comercial por teléfono”                                                                                                                                                  

Desde las 7 de la mañana y hasta bien entrada la noche, la ciudadanía tiene que soportar la batalla telefónica de ventas, sostenida al menos en ésta época, por tres empresas de servicios públicos. Cada una disputa clientela en su respectiva área, para aumentar consumo y buscar rendimiento económico para sus empresas.

 

Indagando sobre la modalidad se establece que la práctica se aplica por zonas en Bogotá y principales municipios circunvecinos donde prestan servicios.

 

´La operación armada´, la hacen con base de datos de usuarios registrados,  a quienes leen la extensa oferta de servicios. Esa es la munición del negocio. El disparo incesante de llamadas se extiende por etapas de 2 a 3 meses. La desconfianza comienza cuando le insisten que diga, quién paga  facturas de servicios o a nombre de quién está la propiedad donde reside.   

 

Lo hizo hasta hace poco la Empresa de Teléfonos de Bogotá, (ETB) y ahora siguieron -Tigo- y Gas Natural. Las comunicaciones que usted ya ha recibido en febrero, con absoluta certeza, se repetirán hasta finales de abril.

 

Es libertad de negocios, eso no se discute y  son productos comerciales reconocidos legalmente. Otra cosa es la incomodidad para el usuario generada por las empresas, al aguantarse la llamadera de cada telefonista a quien le graban su trabajo para verificar que cumplió con el número de marcaciones exigidas para pagarle su salario.

 

Con el gas, advierten que el mantenimiento es obligatorio una vez al año y que  los equipos instalados deben someterse a limpieza como prevención a  daños y accidentes. Con -Tigo- la oferta es ampliación del cupo de minutos,  envío de películas, e interconexión de internet a su celular.

 

No se duda del contenido de los ofrecimientos acordes con la tecnología actual. Se protesta es el desborde telefónico, porque la insistencia crea desconfianza al ciudadano ante la abundancia de datos personales exigidos a quien contesta. Es presión que despierta temores, si se tiene en cuenta que la delincuencia acecha.

 

Bancos y entidades financieras hacen comercialización por internet y mantienen correo físico a dirección de residencia. Eso más aceptable para anunciar vencimiento de pagos, facturas de tarjetas de crédito o nuevas ofertas.

 

Frente a la invasión telefónica es necesaria la intervención de las superintendencias de Industria y Comercio, y de Servicios Públicos, para establecer normatividad única en ofertas.  

 

Exaspera es la batalla comercial de televentas, con su bombardeo prolongado y cuestionario en mano. Tampoco se pide despedir empleados, mejor sería reubicarlos donde falta atención presencial al ciudadano.

juanalcas@yahoo.com