Sin Vicepresidencia
En medio del buen momento que registran los indicadores económicos del país, surgen oportunas señales para buscar alternativas en favor de la economía social.
El panorama de la última semana mostró jolgorio del Gobierno tras su acercamiento a los mercados asiáticos con aparente interés de esos países por hacer negocios con Colombia.
Se observó moderado optimismo de sectores empresariales frente a un eventual TLC con China, y marcadas reservas en los ciudadanos del común sobre los esperados resultados tangibles de ese saludable aire económico, incluido el futuro del TLC con E.U.; todo para superar dificultades en salud, educación y vivienda.
Con el vigor con que se tramita en el Congreso la Reforma a la Justicia y demás están dadas las condiciones para decidir sobre la conveniencia de reducir la red que integra el aparato estatal, con más fachada que funcionalidad.
La luz verde la prendió el vicepresidente Angelino Garzón al anticipar que dejará su cargo, de ser elegido director de la OIT. Con acierto y firme convencimiento de los objetivos que debía cumplir, Garzón desarrolló meritorio trabajo en defensa del sector laboral y en la preservación de los derechos humanos y la sana convivencia ciudadana en momentos agitados en el país.
La Vicepresidencia de la República no configura más responsabilidades, aparte de la constitucional que le obliga a remplazar al Primer Mandatario sólo ante faltas temporales o absolutas.
El consenso en la ciudadanía es que no se necesita, ni como cargo, ni como organismo del Estado, de manera independiente de la persona que ejerza esa función.
Programas como la lucha contra la corrupción; la protección a la población indígena; la estrategia para erradicar minas antipersonas y el desarrollo de la comunidad afro-colombiana, pueden hacer parte de las distintas agencias especializadas, creadas por el Gobierno, en el último año.
Se reduciría un pesado globo financiero que transporta a 6 directores de igual número de programas presidenciales; 24 asesores de nómina y un tren de funcionarios que pueden reubicarse en el servicio gubernamental.
Son dineros que se requieren en hospitales públicos de distintas regiones y en planes de vivienda gratis, previstos por el Gobierno.
No es un despropósito pensar en la eliminación de otros organismos estatales, para que esos presupuestos, vayan con urgencia a cubrir focos de crisis humanitaria.
Sin Vicepresidencia, gana el país. La designación de Angelino Garzón en la OIT significará el máximo galardón obtenido por un trabajador en el exterior, en tanto que, el Presupuesto de la Nación, inyectaría un valioso recurso en beneficio de economía social, gracias al cierre de un despacho público innecesario.