JUAN DIEGO BECERRA | El Nuevo Siglo
Domingo, 24 de Febrero de 2013

Tiéntame Roque

 

Si  hay algo hermoso de la cultura popular son las expresiones coloquiales. En Santander, la tierra de mi abuela, y aún muchos años después de haber llegado  a Bogotá, cada vez que alguno de los nietos terminaba llorando después de un juego, repetía con voz poderosa: “Tiéntame Roque; mamá, Roque me está tentando”. Esa es la mejor descripción para un grupo de niños que siempre terminaban en juegos de manos, llorando alguno porque el otro le había pegado, culpando a su primo por haberlo obligado a jugar en el mismo juego.

Eso es lo que viene pasando con la administración de la capital de la República. El señor alcalde Gustavo Petro de repente termina retando a toda la opinión pública, se da cuenta de que va a salir perdiendo y acusa a la opinión pública de haberlo llevado a tomar esas decisiones. Y pasa no sólo con la opinión, pasa en sus relaciones con el Concejo, en sus relaciones con el Gobierno Nacional, con los mismos miembros de su agrupación política.

Creo que el problema de Petro es que no tiene a mi abuela al lado para sobarle la herida. Ni a nadie. Que no tiene alguien que pueda decirle al oído que no todos los que dicen que algo está mal están en contra suya; que a veces es mucho peor echarse para atrás en las “últimas de cambio”, como dicen los narradores de fútbol, que darse la pela por esperar un poco y escuchar. Es simplemente una cuestión de evitar el juego de manos, de buscar no terminar llorando porque hay otro más fuerte que él, de evitar culpar a todos por haberle metido en el juego.

A veces las comparaciones son odiosas, pero visto desde la barrera, parece que la alcaldía está buscando enfrascarse en juegos de niños para buscar espacios mediáticos, olvidando que el reconocimiento de un gobernante no llega por la cantidad de conflictos en los que estuvo involucrado, sino por las acciones que aunque estén focalizadas en ciertos sectores, benefician a la población bogotana. Sólo bastaría hablar de las campañas de salud preventiva que viene realizando la alcaldía, pero que se quedan escondidas detrás de los shows mediáticos.

A Petro le faltan escuderos para evitar que él siga poniendo la cara tratando de defender cada cosa que hace su alcaldía y le falta ejecutar mientras logra cumplir los planes que tiene, cualesquiera que sean.  Si no logra hacerlo prontamente se vendrá encima una crisis de verdad grave para Bogotá.

@juandbecerra