JUAN FELIPE REYES | El Nuevo Siglo
Miércoles, 9 de Octubre de 2013

Piratería anunciada

 

El Alcalde de Bogotá es quien tiene la competencia en materia de transporte urbano en la ciudad. Así lo establece la ley. Gran responsabilidad la que lleva en sus hombros. Nada más ni nada menos que garantizar el derecho fundamental a la locomoción. Para lo cual debe atender acertadamente a dos conceptos fundamentales: transporte privado y transporte público.

El primero de ellos satisface las necesidades de movilidad de una persona y de sus cosas. Por sus propios medios. Por ejemplo, las de cualquiera de nosotros en nuestro vehículo particular. Bajo el segundo concepto, se debe atender al carácter del servicio público del transporte público. Y en este sentido, transportarse es tan importante y esencial como cualquier otro servicio público. Bajo este concepto priman las necesidades de los que menos tienen acceso al transporte. Eso está muy bien.

Pero resulta que para prestar el servicio público de transporte se debe estar autorizado. Eso dice la ley. Con la autorización se convierte automáticamente en transportador, y surge sobre dicha actividad de transportador el calificativo y condición de profesional. Por lo tanto, no cualquiera con su vehículo puede ejecutar un transporte público.

¿Adónde voy? Medidas como las que se han venido anunciando en los medios, y las que posiblemente modifiquen la medida del pico y placa en Bogotá, imponiendo una restricción casi absoluta al uso del vehículo particular en ciertas zonas de la ciudad (salvo que usted lo haga con mínimo 2 pasajeros más), van  a llevar a que se pierdan esas líneas grises que dividen lo que es el transporte privado y el transporte público. En otras palabras: van a impedir la movilidad de muchas personas que también tienen derecho a transportarse por sus propios medios. Pero lo peor, los van a obligar a actuar ilegalmente. De forma “pirata”. Efectuando transporte público sin que haya una autorización y sin que exista esa condición de profesional que presume y otorga la ley. ¿Cuantas personas no van a aprovechar esa legalización de la piratería para transportar más de 2 personas en su  carro particular? Por supuesto, ¿a cambio de una remuneración? ¡Muchísimos!

No sirve esa medida. Refleja que no existe un estudio profundo de la realidad del transporte en Bogotá. Y que  lo que están ad portas de legalizar es el transporte ilegal. Y lo peor,  tampoco va a solucionar el problema de movilidad en Bogotá.

@ReyesJuanfelipe