Escribo estas líneas acabando de dejar Colonia, Alemania, donde culminó la mayor feria de alimentos del mundo, Anuga 2023, evento al que Fedegán asistió por primera vez ¡en 2001!, hace ya 22 años.
Sin embargo, nuestra participación este año tiene una diferencia sustancial: por primera vez el gremio ganadero; Fedegán, se une al avícola, Fenavi, y al porcícola, Porkcolombia, para mostrar el potencial del país en la producción y exportación de proteína animal. Este no es un asunto menor; se trata de tres gremios consolidados, los tres administradores de recursos parafiscales, con un nicho importante en el mercado nacional y con potencial exportador, los tres compartiendo stand y representando a Colombia en un evento de nivel mundial.
Pero, además, uno de los nuestros, Augusto Beltrán, fue elegido, en la convención celebrada en Maastricht, como miembro del Board of Directors del International Meat Secretariat (IMS), significativa posición que se une a la de nuestro colega Gonzalo Moreno, de Fenavi, en el Executive Committee del International Poultry Council (IPC).
En los últimos diez años la producción de carne de pollo aumentó un 42,8%, hasta 1,9 millones de toneladas, y su potencial exportador se estima entre 273 mil y 364 mil toneladas anuales. Los porcicultores crecieron más del 7%, produjeron 526 mil toneladas y quieren también abrirle las puertas del mundo a su esfuerzo productivo. Los ganaderos, que produjimos más de 900 mil toneladas de carne y 7 mil millones de litros de leche, en 2022 superamos la meta de 500 millones de dólares en exportaciones.
Comienzo tuvieron las cosas: En mayo de 2006, culminadas las negociaciones del TLC con USA en noviembre de 2005, afirmé en mi columna semanal que “nuestra apuesta es introducir carnes de calidad en el mercado americano en no más allá de cinco años, sin tener en cuenta otros mercados interesantes como el europeo y el chino”.
Pues bien, acabamos de obtener admisibilidad al mercado chino, pero ni un solo kilo de carne colombiana ha llegado al de Estados Unidos y la Unión Europea, cuyos TLC no solo se demoraron en entrar en vigencia (2012 y 2013), sino que ya completaron diez años operando, sin que hayamos logrado obtener admisibilidad sanitaria.
En el entretanto, a partir de la red de frigoríficos construidos con aporte de recursos parafiscales, íbamos en ascenso en el mercado venezolano hasta 2009, cuando, abruptamente, se suspendieron las exportaciones. “En carne propia”, aprendimos, primero, que no hay que poner los huevos en una sola canasta; y segundo, que no podemos sentarnos a esperar lo que no ha de llegar. Empezamos entonces a buscar mercados con mayor ímpetu, a “maletear” por el mundo, acompañados, hay que reconocerlo, por nuestras autoridades sanitarias y de comercio exterior.
Como hablo en plural, debo aclarar a mis lectores que Fedegán no exporta, pero una de sus misiones gremiales es fomentar las exportaciones, por su efecto modernizante y dinamizador de la productividad y la rentabilidad ganadera, y por su aporte a la diversificación exportadora del sector agropecuario.
Sin abandonar las gestiones ante USA y la UE, empezamos con los mercados de bajo precio, principalmente de Oriente Medio; exportamos carne, pero incursionamos también en la exportación de animales, con estricto cumplimiento de normas sanitarias y de bienestar animal, aunque debimos enfrentar ataques y campañas estigmatizantes.
Hoy hemos dado un paso fenomenal, que puede cambiar el rumbo de las exportaciones agropecuarias del país, cuando la diversificación es un imperativo para disminuir la dependencia de la renta petrolera. Se trata de una apuesta con vocación de permanencia para incursionar en el mercado mundial de proteína animal.
¡Nos seguirán viendo juntos!
@jflafaurie