La espada de Bolívar ejemplifica el populismo. A Bolívar siguen usándolo 192 años después de su muerte dictadores como Maduro para justificarlo todo. En su nombre acabaron con la riqueza y prosperidad de Venezuela, su propia tierra.
El populismo se disfraza de pobreza y humildad, pero detrás hay es riqueza y arrogancia. Se exalta la vida y para eso se usa un símbolo de la muerte. La espada es un arma letal y finalmente equivaldría hoy a la pistola 9 mm de Bolívar.
¡Qué fracaso empezar con simbolismos! ¿O acaso algún presidente de Estados Unidos ha mandado traer a su posesión el abrigo negro de Brooks Brothers que llevaba puesto Abraham Lincoln la noche en que lo mataron?
La narrativa y el discurso populista pide a gritos igualdad real ¡Una Colombia más igual! Pero a la vez se vende muy bien la narrativa de la diversidad (excluyente)... Diversidad es la variedad, la desemejanza y la diferencia ¿No es un despropósito pedir igualdad entonces? ¿No es todo lo contrario la igualdad de lo diverso?
Odian al “rico”, que en este contexto contribuye a la diversidad, pero a la vez necesitan de su trabajo, de su dinero para pagar las promesas sociales que hasta ahora empiezan y recuerden que son mínimo 12 años. El zurdo nunca ha trabajado ni trabajará y no sabe lo que es generar un segundo de riqueza.
La realidad hasta ahora no difiere en nada de lo que han hecho todos los gobernantes apenas llegan al poder -pero esta vez es peor-, que no es otra cosa que quitarle la plata a la gente. Tal vez ese es el encanto del poder popular: la plata.
El Ministro de Hacienda y su pupilo de la DIAN -los Monsters- corrieron a radicar la reforma del salchichón ¿Dónde quedó la separación funcional rígida como estrategia para garantizar las libertades de los ciudadanos, según la Corte Constitucional? Pues todo el Congreso aprobará unánimemente todo lo que se le ocurra a Petro para poder pagar sus promesas ¿Por qué al expresidente Duque le paralizaron el país (Petro) por 14 billones y ahora le aplauden una de 25 billones anuales?
Paradójicamente la posesión (o toma del poder, como dijo Maduro) se realizó con la mirada hacia el Palacio de Justicia. Ahí sí no hubo remembranza ni simbolismo alguno sino todo lo contrario... aceptación tácita y expresa a la violencia.
Aceptar la realidad no implica resignarse. Implica resistir y luchar por lo que uno cree que está bien y que para mí no es otra cosa que los valores y el apego al imperio de la ley, y no al imperio de las vanidades. Ordenar traer la espada fue una vanidad…
¡Qué peligro caer en el juego del esnobismo en el que están cayendo muchos! O ¿qué opinan de lo que está pasando en Italia, Hungría o Francia? ¿Todo lo contrario a la moda no?
Dicen que la esposa de Petro es más astuta e inteligente… La gran estratega... Ahí pueden estar los doce años…