El momento que vivimos de caos en salud nos obliga a tener prudencia y abandonar lo menos posible nuestros hogares. Esta restricción ha redundado en favor de las ciudades, generando aspectos dignos de fortalecer en tiempo venidero, como el tránsito, que tantos problemas ha provocado en ciudades capitales por su congestión y desorden; con la soledad ciudadana este asunto se ha tornado manejable y deja espacios para estudiar conductas a futuro, donde juega un papel importante la bicicleta, por ser un medio de transporte si no ideal, sí muy adecuado en varios sentidos y muchas razones, como el medio ambiente, la contaminación, la congestión, aun la accidentalidad y el ciclo de desplazamiento.
Seguramente cuando retomemos la plena actividad, con las precauciones de una nueva etapa social, este medio tendrá preponderancia en la humanidad, por lo tanto solo queremos presentar una serie de consideraciones encaminadas al aporte de inquietudes sobre el tema. Lo primero sería ponernos en los zapatos del ciclista, quien debe enfrentar una ruta muchas veces peligrosa, cuando no hostil a su presencia, por ser inveteradamente vía de automotores, lo que aporta ansiedad y preocupación en los usuarios de la bicicleta, quienes se deben cuidar por conducir su vehículo atendiendo normas de tránsito establecidas y controladas por las autoridades del ramo, aunando a lo anterior la congestión vehicular, el exceso de velocidad propio de los automóviles, que aun observando los parámetros, para el ciclistas siempre será excesivo. Esto sin olvidar los transportes de carga tan voluminosos y estorbosos en las vías. Todos son temas que debemos atender fijando reglas en aras de seguridad y sosiego para los desplazamientos; no olvidemos que familias enteras temen por la integridad de sus parientes que utilizan la bici como medio de transporte.
Ahora miremos el equipo que deben portar los ciclistas como casco protector, chaleco refractivo, luces de seguridad, pito, el control de velocidad, sus frenos, el buen estado de la máquina, los papeles y demás requisitos exigidos por las autoridades. El respeto al peatón es un aspecto importante no solo para vehículos automotores, las ciclas también generan peligro hacia los transeúntes. Vamos con la seguridad, porque estos ciudadanos padecen una amenaza constante, identificada como el hurto de sus bicicletas, situación de peligro donde la vida corre riesgo; urgen planes de vigilancia por corredores, ciclo rutas y demás espacios puestos al servicio de este transporte.
Por último es importante recomendar a las administraciones prudencia en el diseño de nuevas vías para no obstaculizar avenidas y calzadas destinadas a los automóviles. No es serio que por dar paso a las ciclas se cierren vías de vehículos. Son tres aspectos: vías bien diseñadas para ciclistas responsables, control del robo y equidad en proyecto de vías.