En la última semana hemos podido ser testigos de lo que se avecina de la mano de las incongruencias y mentiras escupidas una y otra vez por los miembros del secretariado de las Farc, el consiguiente ingreso a la política de este mismo grupo, y la estrategia que han demostrado estar dispuestos a utilizar para acceder al poder político en el país. Veamos.
Hace pocos días el Ejército de Colombia, en operaciones en Puerto Leguízamo, Putumayo, encontró una caleta perteneciente al Frente 48 de las Farc, frente encargado del secuestro y extorsiones en el Putumayo. Dentro de dicha caleta, una de las más grandes encontradas a las Farc según varios medios, encontraron una gran cantidad de armas, dinero y de explosivos pertenecientes al grupo guerrillero. Alias Timochenko y otros miembros del Secretariado han considerado la incautación de dicha caleta como una afrenta a lo acordado en Cuba con Juan Manuel Santos.
La realidad es que lo que el ejército encontró en el Putumayo es una clara demostración sobre la poca voluntad de las Farc de cumplir con los acuerdos para su desmovilización, y es plena demostración que el Gobierno no está dispuesto a obligarlos a cumplir a cabalidad. Veamos.
Primero las armas. En incontables ocasiones el presidente Juan Manuel Santos, y otros altos funcionarios del gobierno esbozaron, sacando pecho y promocionando las “bondades” del acuerdo, que la ONU ya tenía plenamente identificadas todas las armas que alguna vez pertenecieron a las Farc. Paja. En la caleta había algo más de 54 fusiles, 6 ametralladoras y 200 minas antipersona y grandes cantidades de munición. Mintió el Presidente y mintieron las Farc, erosionando la poca confianza que tienen los ciudadanos en el proceso, como lo evidencia la última encuesta de Gallup, en marzo, que establece que el 62 por ciento de los colombianos creen que las Farc no le van a cumplir al país.
Preocupa la pasividad y permisividad con la cual el Gobierno ha tratado este asunto. El ocultamiento de arsenales enteros de armas por parte de las Farc no es un asunto menor como nos lo han querido plantear. “Qué las iban a entregar más adelante” “que tienen más de 900 caletas para entregar” dicen sin siquiera ruborizarse algunos integrantes de las Farc. Paja. ¿Estamos, acaso, frente a los arsenales que las Farc van a dejar a sus disidencias que más que disidencias parecen milicias? O ¿Estamos frente al comienzo de la política armada de las Farc?
Ahora la plata. En incontables ocasiones distintos miembros de las Farc han establecido que no tienen dinero alguno para reparar a las víctimas. Se ufanan de no contar con los medios económicos para resarcir su daño a la sociedad. Esta caleta es la prueba de que las Farc si tienen la plata, y peor aún que la están escondiendo. ¿Con qué fin? ¿Estamos frente al inicio de la participación en política de las Farc con plata proveniente de secuestros y extorsiones?