Las doce chozas del Chorro de Quevedo que utilizó Jiménez de Quesada para fundar a Bogotá se convertirán en un simple mirador para observar la obra de reinauguración de la gran urbe, este 31 de diciembre.
Nada quedará por hacer, nada por construir, nada por satisfacer a los millones de habitantes que se han atrevido a ocupar la hoy capital del país. Todo quedará hecho por quien la gobierna, hasta el 31 de diciembre y quien emprendió su campaña por la presidencia de un país, en el que todo está por hacer.
A juzgar por los inagotables publirreportajes, publicaciones, folletos y pregones que invaden medios, redes, ruedas de prensa, seminarios y volantes, Bogotá quedó “terminada”. Cuando Claudia López llegó, todo estaba inconcluso o a medio hacer. Peñalosa le dejó proyectado un metro elevado, hasta hoy no aterrizado.
¿Qué puede ofrecer Carlos Fernando Galán a una ciudad completamente lista y terminada? se pregunta la gente, que por todas partes encuentra destrozos. En donde la inseguridad, los secuestros exprés, la extorsión, la parálisis vial, los huecos, el desempleo, la pobreza son galopantes y en donde todo se agravó, entre el 19 y nuestros días.
Por fortuna Galán llega con ímpetu, fuerza y ánimo para enderezar los torcidos, el desbarajuste y la ausencia de gestión racional. A juzgar por los anuncios, el 2 de enero regresará el pico y placa razonable. Terminarán los maltratos e insultos a personajes y ciudadanía que nunca comulgaron con Claudia. Su arrogancia la condujo a injuriar al presidente Petro y al expresidente Uribe; al primero por diferencias gubernamentales y al segundo por corrupción de algunos de sus amigos y colabores.
Galán tendrá que entrar a vacaciones este 1 de enero porque fue elegido para dirigir una ciudad que ya está reinaugurada y construida totalmente; en la que nada queda por hacer.
Inclusive ni siquiera podrá pensar en algo, ya que Claudia se apresuró a abrir licitaciones por doquier. Quiso dejar todo contratado y bajo sus propias normas, convenios y presupuestos.
Hay, por ejemplo, dudas sobre la premura de tanto contrato, entre ellos la adjudicación de la APP del estadio El Campín, seriamente cuestionado por la representante Jennifer Pedraza.
Viene por fortuna un nuevo alcalde, con otra visión y otra manera de recuperar la capital de Colombia, que hoy está relegada al cuarto lugar entre las capitales. Y llega con el propósito de imprimirle un nuevo desarrollo que garantice progreso, crecimiento económico y atracción turística.
Nueve días nos restan para que Bogotá se libere de la refundadora. Y 9 para arrancar hacia su nueva hora.
BLANCO: El cuarto punto que bajaron los intereses, nada representa para alejarnos de la estanflación que amenaza, pero podrá imprimir algo de optimismo a una economía en decadencia. A los intereses bancarios no les hará ni cosquillas.
NEGRO: Alcibíades Bottía, ese gran reportero económico se nos fue. Grande pérdida del colega con el que tantas batallas libramos para informar bien al público. Fue jefe de las páginas económicas de EL SIGLO y EL NUEVO SIGLO, durante años. Dios lo tenga en su gloria.