Google y Facebook tienen dos aproximaciones diferentes sobre el mal ponderado ‘fact-checking’. Mientras Google tiene una dura confrontación contra la Unión Europea, Facebook se pliega ante Donald Trump. En lo que sí coinciden los dos gigantes es que están midiendo el aceite de los Estados.
Google sin sonrojo anunció que no hará ‘fact-checking’ en sus videos de YouTube y en sus contenidos en el buscador. Por eso, la Unión Europea subió en colera y existe por estos días una confrontación que no se sabe en qué va a terminar.
Al mismo tiempo, el dueño de Facebook salió con un look bastante controversial para anunciar que también dejará de hacer ‘fact-checking’, pero sólo en los Estados Unidos. Por supuesto, esta sí es una movida más bien política que busca el beneplácito de Donald Trump que volvió al poder después de humillar a sus contrincantes.
La noticia fría dice: Google notificó a la Unión Europea (UE) que no añadirá un sistema de verificación de datos en los resultados de su buscador o video de YouTube a pesar de los requisitos de una nueva ley de la Unión Europea (UE), según medios especializados.
El caso de Google es bastante particular. Su argumento eterno siempre ha sido: “yo sólo soy un buscador. Yo no produzco contenido”. Lo que propone el buscador que podría implementar una solución para que los usuarios sean los que tengan una herramienta para hacer la verificación de la información por su cuenta.
Básicamente, los gigantes tecnológicos se están alineando a la lógica de Elon Musk. Unas de las mayores tesis del Tío Elon es que los usuarios de redes sociales son los nuevos periodistas. Y que cada usuario es un medio de comunicación en si mismo. Una lógica debatible y muy interesante para los medios de comunicación masiva.
Pero los Estados y sus Gobiernos no están muy en la onda de cada usuario un medio. Y más bien están preocupados por lo que ellos han bautizado “una ola de desinformación”. Los Estados que siempre están ansiosos por buscar nuevas formas de controlar a sus ciudadanos se han escudado en las famosas fake news para asegurar que alguien tiene que hacerse cargo del ‘fact-checking’.
Este conflicto, por supuesto, tiene tintes políticos y en algún caso filosóficos e ideológicos. Mientras que los gigantes de la tecnología abogan, según ellos, por la libre expresión; los políticos buscan regular, regular y regular. Al ver que han perdido muchas elecciones por la explosión no tan espontanea de las redes sociales, están buscando nuevas formas de ponerlas en cintura.
Pero de fondo se está gestando un conflicto económico. Hasta geopolítico. La pelea entre Google y la Unión Europea (UE), que en septiembre del 2024 le impuso una multa durísima, (que para Google son dos días de avisos) están en una suerte de guerra fría. El problema es que Google es mucho más poderoso en lo económico respecto a una paquidérmica UE.
Este 2025 se vendrá un conflicto interesante: los gigantes tecnológicos versus los Estados. Y en el medio quedarán millones de usuarios que cada vez tendrán más o menos libertades. Veremos cómo se desarrolla esta nueva guerra.