La industria financiera se encuentra inmersa en una transición phygital. Históricamente la banca operaba mediante canales analógicos y físicos. En la actualidad, cada vez más se está transicionando hacia canales digitales, convirtiéndose en el core de su negocio.
Hay una tendencia regulatoria creciente en la región para habilitar Open Finance y la interoperabilidad de productos financieros. Los institucionales ya han montado más del 50% de su negocio en canales digitales. En este sentido, la tecnología bancaria se vuelve crucial para que las entidades financieras puedan ya no solo innovar, sino atender el “business as usual” de su negocio, que ya es mayormente digital.
Lo anterior ha producido un cambio de mindset en donde los bancos buscan participar de los nuevos ecosistemas digitales para capturar el valor futuro que sus clientes están demandando. Una de las tecnologías que permite la creación de estos nuevos servicios financieros son blockchain y la tokenización de activos.
Pero ¿qué es la blockchain y cómo se fusiona con la tokenización? Para empezar, debemos entenderla como una tecnología que puede ser implementada en varias industrias, de manera similar a como lo fue y es internet, que inicialmente se utilizaba solo para enviar correos electrónicos, y hoy todo lo que abarca es infinito.
Aunque en la región blockchain se popularizó gracias a la compra y venta de criptomonedas, es importante destacar que es una tecnología que va más allá y que en esencia, fusiona una base de datos distribuida y eficiente para mantener balances, registrar movimientos históricos de éstos, procesar y validar transacciones de los activos que componen dichos balances y exponer esta información de manera transparente e inmutable. Esto la convierte en un pilar para la adopción, por ejemplo, de Open Finance.
Por otro lado, la tokenización es la representación virtual de un activo tangible o intangible en la blockchain, permitiendo su división, intercambio y transaccionalidad. Estos activos heredan las propiedades de la blockchain y podemos empezar a habilitarlos y utilizarlos como medio de pago. La integración de este concepto al sistema financiero, crea rieles que posibilitan pagos multiactivos, convirtiendo las tenencias del sistema financiero en líquidas, facilitando que se realicen pagos mixtos y parciales utilizando dinero fiat, títulos de valor, commodities, puntos de fidelidad y criptomonedas.
Esto permite ofrecer soluciones personalizadas para abordar desafíos específicos del mercado, como la emisión y transacción de activos digitales, billeteras digitales, creación de cuentas virtuales para gestionar saldos con destinación específica como subsidios, programas de loyalty 3.0 e incluso el procesamiento de pagos con criptomonedas. Todo esto con la seguridad y la transparencia que la cadena de bloques ofrece.
La integración de la tecnología blockchain a la infraestructura del sistema financiero (APIs al core bancario existente, cámaras de compensación, esquema de pagos y autorizaciones) permite a las entidades financieras diseñar e implementar estas nuevas soluciones financieras. Al automatizar y simplificar las transacciones, los bancos pueden ahorrar tiempo y recursos, lo que a su vez se traduce en una mejor experiencia para los clientes e incluso la posibilidad de ofrecer nuevos productos a mercados que aún no han sido captados o que no están bancarizados.
Existen diversos casos de uso que sirven como un ejemplo perfecto de la unión de la tecnología Web3 con el mundo financiero tradicional. Uno de ellos es el reciente lanzamiento de n1u, una billetera digital dirigida al segmento joven y enfocada a los gamers, que desarrollamos en Argentina y en la que invertimos en colaboración con Visa, y que ya tiene planes de expansión para México y Colombia. Esta wallet ofrece todo tipo de productos para los usuarios, desde cash in y cash out de dinero, transferencias y soluciones de pago como el QR, compra y venta de criptomonedas, recargas de celular hasta contratación de servicios de streaming. Todo funcionando sobre un core 100% blockchain.
La oportunidad y el momento de integrar tecnologías disruptivas al segmento financiero consideramos que ya está aquí. Los bancos se definen cada vez más como participantes de un ecosistema en colaboración con las fintechs y no como compradores o clientes tradicionales de productos tecnológicos. Estos factores permiten un escenario en donde contar con un layer tecnológico que interopere, que transparente, que garantice la emisión y el manejo de diferentes activos sin alterar las relaciones de poder o competencia entre oferentes de productos financieros se convierte en algo cada vez más importante.
*CEO & Co-founder de Koibanx