Un apreciado lector me reclamó que en mi artículo anterior no mencioné el énfasis sobre la pérdida de empleos generada por los TLC, el Nafta en particular, que ayudó a Trump a ganar las elecciones. Tiene razón, he debido hacerlo.
Sin embargo las cifras de comercio exterior que allí aparecen valen también para ese énfasis demagógico de Trump. No son México y Canadá los que les han robado empleo a los gringos. El desempleo en Estados Unidos a enero 2017 era de 4.8%, es decir, casi tasa de pleno empleo. Trump se refería a los obreros (blue collar workers) que perdieron empleo especialmente en la industria automotriz. Detroit que a mediados del siglo pasado tenía dos millones de habitantes fue abandonada por las empresas automovilísticas y ahora no pasa de 700.000 habitantes y tiene unos de los peores índices en materia de desocupación, pobreza, criminalidad y analfabetismo y en 2013 se declaró en bancarrota. Pero Trump olvidó que, aunque lejos de su vieja gloria, la ciudad está renaciendo. Ahora bien, las automotrices se trasladaron primero a otros estados y mucho más tarde a México, con una mano de obra más barata. Hoy diez de las fábricas más importantes del mundo –Ford y General Motors pero también Toyota, Volkswagen y BMW, entre otras- están en México. Según Forbes, “el 80% de los coches fabricados en México (3.2 millones en 2014) se exportan a otros países, alrededor de 1.950.000 a Estados Unidos y Canadá.”
De otro lado, en las fábricas mexicanas alrededor del 60% de la fabricación de carros la hacen robots y solamente se emplea el equivalente al 40 % de la mano de obra automotriz que se emplea hoy en Estados Unidos donde en 2016 se vendieron 17.5 millones de automóviles en ese país, de los cuales 12.6 millones fueron fabricados en los propios Estados Unidos. Las importaciones de vehículos sumaron 288.8 miles de millones en 2015, de México solamente 78 miles de millones. ¿No será que China, Japón y Alemania son los que se han “robado” los puestos de trabajo?
Cuentan que un día llegó una pareja a una tienda en Estados Unidos y le pidió al tendero que les vendiera un producto “fabricado en Estados Unidos”. “¿Fabricado en Estados Unidos?” preguntó asombrado el tendero. “Para eso –agregó- tienen que ir a la tienda de antigüedades de enfrente”. Literalmente casi todo lo que se vende allá es hecho en China. Las cifras hablan por Trump.
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Coda uno: En Holanda las motos pequeñas, tipo Vespa, circulan en las ciclorrutas. Aquí el Ministro de Transporte le puso a las bicicletas eléctricas la obligación de llevar hasta fotocopia de la partida de nacimiento del general Francisco de Paula Santander.
Coda dos: El alcalde quiere poner hora sin carro todos los días. ¿Por qué, más bien, no implanta el día y la hora sin cacos ni mendigos?
Coda tres: Como Vargas Lleras se quejó de que la Cancillería no reaccionó ante la grosería del gobierno venezolano, el presidente Santos le dijo que la Canciller estaba solamente para asuntos internacionales. ¡Qué tal esa!