LIONEL MORENO GUERRERO | El Nuevo Siglo
Viernes, 24 de Mayo de 2013

Medicamentos: marca vs. genéricos

 

Hace pocos días el gobierno francés impuso una multa de US$ 53 millones al laboratorio farmacéutico franco-alemán Sanofi-Aventis porque sus vendedores diseminaron rumores acerca de la calidad de los genéricos del Plavix, marca con la que mercadean el Clopidogrel, droga anticoagulante, que le produce importantes ingresos al laboratorio pero cuya patente venció. La autoridad francesa no encontró prueba de las afirmaciones de Sanofi. Novartis, farmacéutica suiza que ya en 2010 había pagado US$ 420 millones en una investigación sobre mercadeo ilegal, está bajo investigación en los Estados Unidos acusada de pagar sobornos a las farmacias para impulsar la venta de sus productos. Y es que las sumas envueltas son inmensas. El anticoagulante Plavix cuesta en Colombia (28 tabletas) $ 195.000 y el genérico, Clopidogrel, de MK, producido aquí por Tecnoquímicas bajo licencia del reputado laboratorio estadounidense de genéricos, vale $ 24.640, una enorme diferencia de $170.360, es decir, 800%. Otro ejemplo, aún más aberrante, el Betaloc Zoc (hipertensión) cuesta en Colombia (14 tabletas) $ 70.200 y su genérico Metoprolol MK $ 2.497, o sea 28 veces menos, una diferencia de $ 67.703, el paciente, en 30 días paga $ 145.078 de más. ¿Hay derecho? En 2010 el entonces ministro de Protección Social, Diego Palacio, dijo que se iban a controlar los precios y el presidente Santos expresó algo similar la semana pasada: “En el tema de medicamentos los colombianos pagamos mucha más plata que en otros países” y anunció una política para facilitar el acceso a los medicamentos, sin concretarla. El que los laboratorios deban cobrar precios que justifiquen sus inversiones en investigación y desarrollo es válido pero no cuando las patentes han expirado. Durante su vigencia deben ser protegidos para que recuperen su inversión, pero, y esa es la filosofía de la propiedad intelectual, al vencer la patente la humanidad debe poder beneficiarse del descubrimiento.

Muchos médicos, de buena fe, recetan la droga de marca creyendo los argumentos de mala calidad de los genéricos que propugnan algunos laboratorios, como en el caso de Francia, información errada que le trasladan al paciente. Deberían informarse mejor. ¿O es que el POS, que ofrece solo genéricos, lo mismo que las clínicas a los hospitalizados, están poniendo en peligro la vida de los pacientes? El Gobierno está en mora de corregir esta situación que afecta seriamente el patrimonio de los colombianos. En Estados Unidos las farmacias deben ofrecer la alternativa del genérico al paciente, ¿por qué no aquí, especialmente cuando somos un país pobre? Debe también estar atento a las llamadas patentes de segundo uso, aquellas que se conceden en algunos países cuando para un medicamento cuya patente ha caducado se solicita una nueva alegando que se descubrió que servía para otra enfermedad. La Federal Drug Administration (FDA) ha dicho que  solo el 20% de las drogas patentadas en los últimos 10 años son verdaderos descubrimientos. Esperamos la promesa presidencial.