El Pacífico colombiano
“Todo puede llegar, pero se advierte, que todo llega tarde: la bonanza, después de la tragedia; la alabanza, cuando está ya la inspiración inerte”.
Julio Flórez
Hay un adagio popular que dice “Coger la lonchera a patadas”, y eso es lo que ha hecho Colombia desde la Independencia hasta nuestros días con la Costa Pacífica. Olvido total y solo paños de agua tibia ha recibido esta rica y hermosa región de nuestro país.
Hemos necesitado que nos golpeen otros países para reaccionar y mirar hacia el Pacifico colombiano. No nos hemos preparado, ni modernizado, ni hemos capacitado a nuestros connacionales de los departamentos del Choco, Valle, Cauca y Nariño, para competir con los monstruos asiáticos, China, India Corea, Taiwán, Japón, Singapur, Hong Kong y Vietnam.
Tenemos que coger el toro por los cuernos y recuperar el tiempo perdido, porque desde los años 60 se sabía lo que se venía y no tuvimos quien o que gobierno se diera cuenta de eso. Somos lentos en reaccionar y perdimos preciosos años para desarrollar el Pacifico y ofrecer competitivamente nuestras riquezas a estos países que demandan entre otras cosas minerales y alimentos.
Hace muchos años se habló de la construcción del canal interoceánico Atrato-Truandó, después de un Canal seco, de unión ferroviaria entre el Atlántico y el Pacifico como alternativa al Canal de Panamá. Pero no aceptamos la propuesta de China y por eso miraron a Nicaragua, manipularon el fallo y perdimos gran parte de nuestro territorio marítimo, que necesitaban para construir el canal.
Este fin de semana se reunió la OCAD Pacifico en Quibdó, donde aprobaron 62 proyectos por 34 mil millones de pesos presentados por el gobernador del Valle del Cauca, Ubeimar Delgado Blandón, quien liderará la construcción del Malecón de Buenaventura lo que permitirá jalonar turismo y desarrollo para el puerto.
Pero, nuestra Cancillería sigue cometiendo calaveradas como la de aceptar que la Comisión Internacional de Atún Tropical (CIAT) se tomara por sí la facultad de restringir los volúmenes de pesca de atún, en forma arbitraria y abusiva, al levantar una salvedad dejada al firmar el convenio.
Los senadores Germán Villegas, José Darío Salazar y Juan Mario Laserna denunciaron que lo que se perdió en San Andrés representa tan solo el 6% de lo que se perdió en el Pacifico, por la torpeza que llevó al presidente Santos a aceptar las limitaciones de pesca que le imponga la CIAT.