LORENA RUBIANO FAJARDO | El Nuevo Siglo
Domingo, 15 de Junio de 2014

La nueva Colombia

 

Epígrafe

No niego los derechos de la democracia; pero no me hago ilusiones respecto al uso que se hará de esos derechos mientras escasee la sabiduría y abunde el orgullo”.

Henry F. Amiel

 

Para  bien o para mal, nuestro país cambió. Y cambió bastante, a raíz de la campaña presidencial que hoy culmina. El pueblo hará su propio análisis, sin dejarse confundir y presionar por medios de información vendidos al mejor postor, porque gracias a las redes sociales podrán tomar decisiones que hoy se verán reflejadas en las urnas. Ojalá baje la abstención, que es perjudicial para la democracia. El voto en blanco es una expresión política valida y respetable, además de que es una participación electoral de protesta.

Esta noche ya sabremos los colombianos quien nos va a gobernar durante los próximos 4 años y ahí empieza, como se dice en el argot popular, “Cristo a padecer”.

No podemos desconocer que esta campaña electoral fue sucia, llena de golpes bajos y mezquinos, promesas a doquier y arropada por una prensa que perdió su rumbo y su obligación de ser objetiva e imparcial. Denuncias, escándalos y la  participación vulgar de la Fiscalía en la campaña, generó información errónea al elector y considero que es uno de los motivos de la alta abstención que sobrepasa al 60%.

Superada esta etapa electoral vamos a una nueva realidad. Gane quien gane, está en la obligación constitucional de buscar la paz y superar esta guerra de más de 50 años y millones de víctimas y enrutar el país hacia el posconflicto y el entendimiento razonable entre los colombianos.

Debemos aterrizar las negociaciones de La Habana,  para que  sepamos en qué van las conversaciones y si las Farc dicen que  van a reparar a las víctimas como lo debe hacer todo delincuente, es entregando bienes o es que  les toca solo a los contribuyentes pagar por todos los vejámenes de la guerrilla, porque eso sería ganar indulgencias, con padrenuestros ajenos.

Mi invitación pos elección es que iniciemos en las redes sociales y los medios de comunicación, la recuperación del prestigio de país democrático, la credibilidad del Congreso, de la  Justicia, de la Fiscalía General, de los banqueros para que entiendan algún día cuanto es suficiente ganar y paren esa desaforada competencia para figurar entre los más ricos del orbe, porque eso es siniestro y en cualquier momento les puede explotar como una olla exprés.

lorenarubianof@gmail.com