Luis Carlos Peña Mosquera | El Nuevo Siglo
Sábado, 12 de Marzo de 2016

DEBATE SOBRE JUSTICIA TRANSICIONAL

La universidad se respeta

CON  inmenso orgullo llevamos el título de humanistas otorgado en el Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario. Las Constituciones promulgadas por Fray Cristóbal de Torres,  definen así nuestra universidad: “Proponemos la definición de este Colegio Mayor, que viene a ser congregación de personas mayores escogidas para sacar en ellas varones insignes ilustradores de la República con sus grandes letras y con los puestos que merecerán con ellas, siendo en todo el dechado de culto divino y de las buenas costumbres conforme al estado de su profesión”  Constituciones – Título II- 14 de Febrero de 1.654.

Desafortunadamente hay Patronos de la Universidad, distinguidos con la colegiatura honoraria, que presiden ceremonias ilustres ignorando sus Constituciones, promulgadas por el fundador.

Hacen campaña en todos los rincones del país por la paz, invitan a los colombianos a participar en un plebiscito, donde solo se debe responder si quieren la paz o no.

Pero al pisar este recinto sagrado lanzan diatribas contra sus egresados, desconociendo que en sus aulas han sido formados como  jurisconsultos, en  una facultad denominada Jurisprudencia.

Jurisprudencia término que destaca  la labor del juez ya que a partir de sus decisiones frente a casos concretos se va generando el precedente judicial que podrá ser invocado para la resolución de problemas jurídicos, a los cuales el mismo resulte aplicable. Palabras claves: jurisprudencia, precedente judicial, ratio decidendi-obiter dicta, norma jurídica.

Este patrono pensó que llegaba a una universidad de garaje, donde sus alumnos se expresan con piedras y bombas molotov.

Ataco a nuestros insignes jurisconsultos, Andrés Pastrana y al destacado constitucionalista Jaime Castro, quienes elaboraron con ilustrada doctrina jurídica un análisis sobre los inconvenientes de una justicia transicional.

Ignorando la jurisprudencia, aplicó la demagogia populista, creyendo que sus palabras serían ejemplo de sabiduría para los colegiales que allí se estaban consagrando en ceremonia austera, esencial en el espíritu rosarista.

No es la primera vez que este patrono se burla de nuestra Institución.  Recordemos que en el gran foro “El futuro de un país en paz” organizado por El Tiempo y por la Universidad del Rosario, nuestro patrono mientras dialogaba con el Vicepresidente de Sudáfrica, premio nobel de paz, creyéndose ya candidato al nobel, a esa misma hora los guerrilleros  violaban el protocolo de las negociaciones en la Guajira, tomándose la escuela de Conejo para promulgar sus ideas de una asamblea constituyente. ¿Será que su Gobierno ignora que a esas reuniones los guerrilleros son llevados por la Cruz Roja, previa autorización de su administración?  

 

Señor Presidente, nuestra Universidad se respeta. Igual que nuestra ilustre rosarista María Isabel Rueda podemos decir “que convirtió el aula máxima en un ring de boxeo para airear un conflicto trazado por su intolerancia, acerca de una controversia que por su trascendencia para el futuro del país debería, en cambio, ser tan respetuosa como profunda”.