Luis Carlos Peña Mosquera | El Nuevo Siglo
Viernes, 17 de Julio de 2015

 

“Un territorio lleno de recursos naturales maravillosos”

NECESIDADES BÁSICAS

San Andrés también es Colombia

“El centralismo nos está matando”.

Katia Outten Lynton

 

Pisar tierra sanandresana es llegar a un territorio lleno de recursos naturales maravillosos. Dialogar con dirigentes de las comunidades raizales es descubrir realidades dolorosas causadas por el abandono del  gobierno central. Se quejan de que los funcionarios cuando visitan la isla en misión gubernamental, ataviados con pantaloneta tropical lo hacen en plan turístico, luego se van de shopping para regresar a la capital donde elaboraran un proyecto a la bogotana, que posteriormente envían al gobierno departamental para que lo adopten en su plan de desarrollo.

Hablar con Katia Elena Outten,  representante de la comunidad raizal en la Junta Directiva de la Occre (oficina de control y circulación de residencia) y con Patricia Bowie, líder comunitaria de la loma Claymount, representante de las Juntas en el Consejo Departamental de Planeación de los sectores raizales, es conocer sus necesidades básicas que no han sido atendidas.

La comunidad raizal tiene origen indígena nativo y ancestral en la isla. Fueron descubiertos por los ingleses puritanos hace 181 años.

Critican el sistema de salud que fue privatizada sin ninguna planeación, no cuenta con médicos especialistas. En San Andrés existe una superpoblación con más de 150.000 habitantes, lo que ha traído un deterioro social y ambiental del territorio.

Después del fallo de La Haya, los pescadores están supeditados a la vigilancia nicaragüense que les impide acercarse al meridiano 82, lo que ha encarecido el precio del pescado. En cuanto a la agricultura, después de ser los mayores exportadores de frutas tropicales del Caribe, ya no lo son, hoy dependen únicamente del turismo.

Actualmente tienen en el BID 70 millones de dólares para desarrollo urbano integral y mejoramiento de barrios, acueducto y alcantarillado, infraestructura costera y gestión de riesgo.

La comunidad raizal, no quiere que sus proyectos se hagan desde la capital de la República. Exige que esos 70 millones de dólares se inviertan cumpliendo los requisitos exigidos en la Constitución, artículos 2,7 y 40 que reconocen y protegen la diversidad étnica y cultural de la nación colombiana, dándoles derecho a los ciudadanos para participar en la conformación, ejercicio y control político. Todo ello sujeto a la Ley 21 de 1991, que aprueba el convenio 169 de la OIT, donde se establece la consulta previa como derecho fundamental, trámite obligatorio que debe ejecutarse de acuerdo con los usos y costumbres de cada etnia, cada vez que se pretendan tomar decisiones que afecten a las comunidades.

El sistema económico colombiano ha llevado a que San Andrés haya perdido sus eslabones locales como la pesca.

La comunidad raizal, ya no quiere que grupos politiqueros atropellen sus derechos ancestrales. En la actualidad los organismos internacionales les brindan su protección. No quieren que vuelvan los funcionarios en pantaloneta a diseñar sus proyectos, si no se ha hecho una consulta previa.

La soberanía no se ejerce únicamente con la presencia del Presidente el día de la independencia en el desfile militar, se ejerce también con la participación activa de sus comunidades en la toma de las decisiones.