Es un hecho que el senador republicano Marco Rubio, quien a propósito tiene esposa colombiana, será el secretario de Estado de Trump. Esto es una pésima noticia para todos los tiranos y narcos que se refugian en el socialismo para delinquir y que desempeñan o usurpan funciones presidenciales en América Latina.  Tiemblan Maduro, Ortega, Díaz- Canel y también Petro… quien ha estado en la mira de Rubio por muchos años.

Rubio es de origen cubano por lo que pasaría a la historia por ser el primer secretario de Estado de origen hispano. Ha hecho un extraordinario trabajo desde el West Miami y como senador por la Florida. Hijo de inmigrantes cubanos que llegaron a Miami en 1956. Es decir, es hijo de la primera camada de desterrados cubanos que huyeron gracias a la promesa de miseria de la revolución cubana que inició el 26 de julio de 1953 y que tanto inspiró al M-19.

Y, sus padres lo hicieron como unos santos al decidir abandonar Cuba desde el inicio de la revolución. De lo contrario, el designado secretario de Estado estaría hoy tratando de ver la comida con un casco con lámpara de minería, en algún apagón, tal vez convencido de que la revolución es un éxito y es normal vivir así… con apagones, sin gas, sin agua, con restricciones y feliz de ayudar a la revolución con la causa del decrecimiento global y la miseria.   

Para Rubio es inaceptable, por ejemplo, ser presidente de Colombia y haber ejercido antes como guerrillero en una organización terrorista muy influenciada por la revolución cubana que, en buena hora, desterró a sus padres de sus raíces. Todo lo contrario, a los biempensantes e intelectuales que desde su club ayudaron a elegir a Petro, pues veían precisamente en ese hecho una cualidad única, una inteligencia superior para respaldar.

Para Rubio es inaceptable que incluso como presidente siga sintiéndose muy orgulloso del M-19 ordenando incluso resaltar su “gran papel” en la nueva Colombia y en el holocausto del Palacio de Justicia con el apoyo del entonces más temido narcotraficante y asesino Pablo Escobar.

Para Rubio es inaceptable el origen de los fondos que lo subieron a la presidencia. (Revisen sus tweets). Y es mutuo el odio… esto explica los numerosos e irrespetuosos trinos de Petro en contra de Rubio los cuales y gracias a Musk, el nuevo secretario de Eficiencia de Trump, no le fue posible borrar. Es inaceptable su pública animadversión con los judíos es decir su manifiesto antisemitismo…

A todo lo anterior sumemos a Homan a.k.a. “border Czar” quien solo impondrá orden en EE. UU. pues la mayoría si no todos sus males entran por el borde sur e inician en el Tapón del Darién en Colombia: Tren de Aragua, narcotráfico, migración ilegal. Sin hablar del aumento de cultivos ilícitos, cero luchas antidrogas. Rubio y Homan saben esto y tienen claro que la colaboración del actual gobierno de Colombia con “el imperio” para acabar con estos males es intencionalmente nula…

Tal vez esta encrucijada perfecta sirva para liberar a Latam del populismo de la miseria.

Juanfelipereyes@hotmail.com