MARÍA CLARA OSPINA | El Nuevo Siglo
Miércoles, 21 de Agosto de 2013

Una Cancillería petrificada

 

El 18 de noviembre de 2012, La Corte Internacional de La Haya le concedió a Nicaragua 75.000 kilómetros de mar que, hasta ese momento, pertenecían sin duda a Colombia. Ha pasado cerca de un año desde el fallo de la Corte contra nuestro país y el Gobierno del presidente Juan Manuel Santos y su canciller, María Ángela Holguín, siguen aún ponderando qué hacer, acatar o atacar el fallo, cómo responder, cuál es la estrategia a seguir. Esto es, no solo increíble, sino vergonzoso.

Cualquiera diría que nuestra Cancillería, esta petrificada, fosilizada. Al paso que van, cuando el Gobierno y la Canciller, tomen una determinación, ya habrá ganado Nicaragua, con su presidente Ortega a la cabeza, el resto de la plataforma continental que ahora pretende y, entonces, ya habremos perdido a San Andrés, Providencia, Quitasueño, Serrana y Roncador y 300 millas de plataforma continental. Y ¡quién sabe qué más!

Nuestra Canciller puede ser muy sofisticada, pausada y serena, pero quizá, en estos momentos, esto no es lo que necesita Colombia para su defensa. Ahora se necesita alguien, hombre o mujer, con “los pantalones bien puestos”. Menos timorato, menos “pausado”. Alguien con agallas de verdad, capaz de enfrentar a Ortega en sus términos y con su misma astucia, agresividad e insistencia. Alguien menos pacifista que no tema enfrentar amenazas con amenazas, agresión con agresión. Alguien que tome la delantera.

No se trata de contratar a nuevos abogados (¿por qué no hicieron eso antes del funesto fallo? ¿Acaso no entendían cómo iban de mal las cosas en La Haya?). Se trata de plantear una estrategia estructurada, tan agresiva como la de Ortega. Algo que debió haber ocurrido hace meses. ¡Y, aún nada!

Lentitud en tomar decisiones no significa prudencia. En este caso solo significa incapacidad, debilidad, indecisión y, ante todo, falta de preparación. ¿Dónde está el liderazgo de nuestro Presidente? ¿Dónde la capacidad diplomática de nuestra Canciller? ¿A quién más van a consultar? Pareciera que la Cancillería es incapaz.

Ante las nuevas pretensiones de Nicaragua, la Canciller solo atina a decir que “Nicaragua no puede pasar impunemente sobre sus vecinos”. Floja, como siempre. No está nuestra Canciller para velar por los vecinos, sino por Colombia. Lo mismo ocurre cuando dice: “lo que hemos hecho a través de los años es defender los derechos históricos de pesca (…)”. Sra. Canciller lo que debemos hacer es defender la integridad del territorio nacional, no perder un centímetro de Patria. Con eso se defienden los derechos de pesca, de exploración submarina, de lo que usted quiera.

Dejémonos de cortesía y delicadezas, Ortega no es una virgen que hay que tratar con guantes de seda. El presidente de Nicaragua es un gallo de pelea muy versado, con alianzas muy fuertes con la izquierda global, especialmente con Cuba y Venezuela. Necesitamos alguien de su talante para enfrentarlo.

¿Será qué, por complacer a los Castro y a Maduro, en las Negociaciones de Paz con las Farc en La Habana, el Gobierno de Santos demora su resolución de defender los derechos de Colombia ante Nicaragua? ¡Entonces estamos perdidos!