La entereza y templanza de María Corina Machado han sido fundamentales para enfrentar a un "Goliat" como Maduro y su régimen opresivo. En un contexto de represión, miedo y censura, María Corina ha demostrado una valentía inquebrantable y una determinación implacable.
Desde sus primeros años al servicio de Venezuela, protegiendo niños abandonados y en situación de calle, su amor por el pueblo ha sido una de sus cualidades. Esta pasión por su gente la ha llevado a mantenerse firme en sus principios y su compromiso con la democracia, identificándose como una líder heróica que inspira esperanza en millones de venezolanos. A través de su perseverancia y coherencia ha logrado no sólo resistir, sino superar los obstáculos que por medio de ilegalidades le impidieron ser ella la candidata y encontrar los caminos para superarlos y llevar a la oposición a ganar las elecciones, marcando un hito en la historia de Venezuela.
María Corina Machado ha logrado algo que pocos líderes han conseguido: convocar la esperanza del pueblo venezolano en tiempos de desesperanza. Su liderazgo no solo ha sido político, sino profundamente humano y ético. En un contexto de un gobierno que ha separado familias, cercenado libertades, censurado a la población, perseguido y desaparecido opositores, María Corina ha recorrido cada rincón de Venezuela, desde la periferia hasta las zonas urbanas, demostrando un compromiso inquebrantable con su gente.
Su pedagogía democrática ha unido a Venezuela contra la tiranía. A diferencia del régimen, que se basa en represión y miedo, ella ha liderado con templanza, coherencia y una convicción profunda en sus principios. El amor por Venezuela y su pueblo ha sido superior al terror que persigue a quienes piensan distinto y se atreven a expresarlo. Su valentía es un faro de esperanza para millones de venezolanos.
A 25 años de gobierno bajo Hugo Chávez y Nicolás Maduro, Venezuela ha atravesado un desmoronamiento económico, social y moral sin precedentes. Este período ha dejado al país indicadores alarmantes: una pobreza que afecta al 52% de la población, un desempleo superior al 40% y una pérdida del 75% en su economía. Venezuela, una de las naciones más ricas de América Latina, hoy se erige como la más pobre de la región.
El éxodo de 8 millones de venezolanos en busca de una vida mejor, fuera de su país, es un testimonio del colapso interno. La situación en Venezuela es una verdadera tragedia. La lista de acciones malsanas ejecutadas por el régimen en estos 25 años es larga y desgarradora. Han mantenido al país sumido en la corrupción, la violencia y la desesperanza. Sin embargo, la resistencia y el espíritu de lucha del pueblo venezolano, encarnados en el liderazgo de María Corina Machado, han comenzado a escribir una nueva historia.
Las elecciones del 28 de julio en Venezuela fueron un punto de inflexión. La persistencia, firmeza y la coherencia de María Corina Machado derrotaron de manera contundente a un régimen que ha destruido al país. La victoria no fue sólo política, fue una reivindicación de los principios y valores democráticos que han sido pisoteados durante décadas. Esta elección marcó el comienzo de un nuevo capítulo para Venezuela, uno en el que la esperanza, la libertad y la justicia comienzan a resurgir.
El camino hacia la recuperaciónn será largo y difícil, pero tengo la convicción que Venezuela puede mirar hacia adelante con la certeza de que, con determinación y unidad, es posible superar las sombras del pasado y empezar a reconstruir, con el apoyo internacional, un nuevo país democrático, libre, con bienestar y reunificación de sus familias.