MARÍA ELISA URIBE VEGALARA | El Nuevo Siglo
Domingo, 4 de Noviembre de 2012

Concepción de vida

Temas como eutanasia, aborto, matrimonio, adopción de hijos entre homosexuales y consumo mínimo de droga, están en furor. ¿Será que la mayoría de los colombianos gira en esta onda de la sociedad progresista o radicalmente liberal?

Son asuntos trascendentes que obligan a la consulta del sentir patrio. Tienen que ver con la vida, la muerte o la estructura familiar, es decir, con actitudes y cualidades que identifican los valores comunes. Se trata de libertades que heredarán las nuevas generaciones. Son garantías propias de la Carta Magna que consagra, en el artículo quinto, un Estado que reconoce la primacía de los derechos inalienables de la persona y ampara a la familia como institución básica de la sociedad.

La posición frente al aborto, por ejemplo, se ha convertido en pregunta segura en los debates electorales, como pasa actualmente, en vísperas de escoger un nuevo presidente de EE.UU. Mientras Obama apoya el derecho de la mujer al aborto y defiende la decisión judicial que lo instauró en 1973, Romney manifiesta su deseo de eliminar esta medida y “que sean los Estados y el pueblo quienes tengan la habilidad de imponer legislación a favor de la vida” (Terra.com).

Entra entonces en controversia la defensa del derecho del no nacido o mejor del derecho del niño (hijo) por nacer, el cual no ha sido tácitamente reconocido en el mundo ni tampoco en Colombia, que se precia de poseer una Constitución que sobresale por la protección de los derechos fundamentales. 

Así, frente a la propuesta, en curso legislativo, de elevar el aborto a norma constitucional, Nelson Morales -en Bluradio- entrevistó recientemente a monseñor José Daniel Falla, Secretario de la Conferencia Episcopal, y hace la pregunta clave, que se relaciona con el principio ético de no llegar a violentar el derecho a vivir, como es ¿a partir de qué momento comienza la vida? Y ante la respuesta del interlocutor ¿cuál científico avala que la vida parte desde la concepción?

Precisamente el Premio Nóbel de Medicina 2012, Yamanaka, (compartido con Gurdon), da razón a esa respuesta en el motivo que inspiró su investigación: “Cuando vi el embrión (en el microscopio), me di cuenta de que no había diferencia entre él y mis hijas, por lo que pensé que no podemos (al extraer células madre) permitirnos destruir embriones para nuestras investigaciones. Tiene que haber otro camino”… “es un sentimiento natural, quiero evitar la utilización de embriones humanos”.

Entonces la pregunta de cuándo comienza la vida puede ser también ¿cuándo se forma el embrión? Antes de las cuatro horas cada aporte de ADN de los progenitores se comienza a organizar y antes de 18 horas, fundido el material genético por completo, ya se es cigoto, que es la primera célula o el embrión en su primer día de vida. En el camino hacia el útero, este cigoto experimenta segmentación y, por mitosis, rápidamente, se transforma en una masa de células embrionarias, que tienen la “pluripotencia” de generar todos los tejidos.

Yamanaka, como aporte a la medicina regenerativa, hace un proceso en reversa, como de rejuvenecimiento de células maduras o adultas y las revierte hacia un estado de células madre embrionarias inmaduras (las pluripotentes o iPS), que pueden reprogramar su función de crear tejidos, sin riesgo de rechazo. Como se dijo en Estocolmo, Yamanaka y Gurdon han revolucionado nuestro conocimiento sobre cómo se desarrollan las células y los organismos.